China investiga a los fabricantes de coches extranjeros y los acusa de abuso de mercado

    • Las autoridades chinas piensan que los fabricantes extranjeros se aprovechan su posición de fuerza.
    • Podrían ser multados por un importe de hasta un 10% de sus ingresos en el país.
Mercedes-Benz Cars sube las ventas hasta abril un 4,6 por ciento
Mercedes-Benz Cars sube las ventas hasta abril un 4,6 por ciento
AA

Audi, Mercedes-Benz y otros fabricantes de coches extranjeros se encuentran bajo la lupa de Pekín. Más de 1000 empresas del sector automovilístico están siendo investigadas en China por violar las leyes antimonopolio.

Según publica el China Daily, la investigación puede ser un golpe para grandes constructores como Chrysler, General Motors y Jaguar porque podrían ser multados por un importe de hasta el 10% de sus ingresos anuales. Las autoridades chinas reprochan a las marcas extranjeras los precios elevados y los márgenes de los fabricantes que "castigan al consumidor chino". Piensan que aprovechan su posición de fuerza en el mercado para inflar sus beneficios, mientras que las grandes marcas defienden que los altos precios se deben a la política arancelaria del país.

La industria del motor es el nuevo objetivo de los reguladores chinos, tras haber intervenido en el sector alimentario, el tecnológico y el farmacéutico; todas áreas dominadas por las marcas extranjeras. El verano pasado, el laboratorio británico GSK fue llevado a juicio y en las últimas semanas Microsoft y Qualcomm también han sido investigados.

Las autoridades niegan que se trate de una ofensiva proteccionista y defienden que muchas empresas locales también son objeto de escrutinio. El ministerio de Comercio subraya que la ley antimonopolio aprobada en 2008, "no distingue entre empresas locales o extranjeras".

Mientras, desde la Cámara de Comercio de la UE en China ya se preguntan públicamente si "los grupos extranjeros no son objeto de acciones desproporcionadas", también, según el diario Le Figaro, asegura que se han recibido "presiones" por parte de funcionarios chinos para que acepten las multas incluso antes que terminen las pesquisas. Según ha asegurado a Bloomberg, Stefan Sack, vicepresidente de la Cámara, los procedimientos son opacos y se divulgan los nombres de las compañías durante la investigación, algo impropio para un país en pleno debate sobre el Estado de Derecho.

Mostrar comentarios