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Ocho trucos para ahorrar dinero en tu próxima compra en el supermercado

Los datos del índice de precios al consumo (IPC) han reflejado que el aumento de coste de los alimentos ha alcanzado un 5,6 % en los datos del mes de febrero ofrecidos por el INE.

Carro de la compra
Ocho trucos para ahorrar dinero en tu próxima compra en el supermercado
©[CreativeNatura_lr de Getty Images] a través de Canva.com

Desde que comenzara la guerra entre Ucrania y Rusia, los efectos del conflicto se han notado en la economía española. La tasa interanual del índice de precios al consumo (IPC) alcanzó el 7,6% en febrero, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Un crecimiento que se vio impulsado principalmente por el aumento de los precios del el gas, la electricidad y el petróleo. 

Esto ha provocado que los costes de producción y elaboración de los productos alimentarios hayan sido superiores en las últimas semanas. Por este motivo, una gran variedad de los alimentos que encontramos en el supermercado han aumentado su precio, hasta un 5,6 %, para compensar la subida en gastos de preparación.

En este sentido, la cartera de los consumidores va a verse afectada por este fenómeno. Para hacer frente a este suceso y evitar que la cesta de la compra nos salga por un ojo de la cara, desde la CNN han elaborado una lista con ocho consejos para ahorrar dinero en nuestra próxima visita al supermercado.

Hacer una lista y comparar precios

A pesar de que pueda parecer algo básico, algo tan sencillo como elaborar una lista de la compra puede suponer un gran ahorro para los consumidores. Si anotamos en un papel los productos que nos hacen falta, lograremos evitar hacer gastos en alimentos que realmente no son necesarios. Planificar con antelación reduce la compra impulsiva. Las tiendas están diseñadas para que, a través de los ojos, queramos adquirir más bienes de los que teníamos en mente. 

Del mismo modo, aunque pueda costar tiempo, comparar el precio de los productos entre diferentes establecimientos puede traer grandes beneficios para la economía de las personas. No debemos sentirnos leales a un supermercado, si otra cadena de alimentación ofrece, por ejemplo, yogures a mejor precio, será conveniente que los adquiramos en lugar que estén más baratos. Para facilitar esta tarea, y en relación con el primer consejo, lo más sencillo es elaborar una lista en la que se indique dónde comprar cada producto. 

Ofertas y tarjetas de fidelización 

En ocasiones los consumidores no somos conscientes de las ofertas y promociones que hay en los supermercados. Entramos a estos establecimientos con la mente fija en los productos y las marcas que vamos a consumir. Del mismo modo que podemos hacer en las tiendas de ropa, al fijarnos en las prendas que tienen descuento, deberemos hacer la misma rutina en las cadenas de alimentación. En ocasiones, promociones como el 2x1 pueden ahorrarnos mucho dinero a final de mes. 

Asimismo, es interesante que adquiramos las tarjetas de fidelización que nos ofrecen en estos establecimientos. Además de promociones, la mayor parte de los súper tienen programas de acumulación de descuentos que cada mes pueden reducirnos el importe de una buena parte del ticket de la compra. 

Marca blanca y congelados

La mayoría de los supermercados cuentan con una marca blanca, o una línea de productos bajo el nombre de la misma superficie. Estos alimentos suelen tener un precio más económico que el de los de empresas como Gallo, Danone o Nestlé. A menudo, como ocurre con las pizzas de Mercadona, los productos están elaborados por el mismo fabricante que el de las primeras marcas. Cambiar a la opción blanca pude suponer un ahorro de entre un 10 % y un 40 %, según la consultora de comestibles Brick Meets Click.

Los congelados son siempre una opción más económica que los productos frescos. No solo la carne o el pescado, adquirir las verduras en este estado también hará que nuestro carro de la compra tenga un coste más reducido

Las cantidades y los productos feos

Una gran variedad de productos ofrece embalajes muy llamativos para que sean adquiridos por los consumidos. Ocurre con las bolsas de patatas. Son envases grandes, pero su contenido podría guardarse en bolsas más pequeñas. Para no dejarnos engañar por el marketing, es recomendable que nos fijemos en las cantidades de producto que vienen en cada recipiente, y valorar a qué precio está el kilo de determinado alimento, más que por cómo de atractiva es la presentación. 

Por último, elegir los productos más feos en las estanterías de las frutas o verduras también puede suponer un ahorro en el bolsillo de los consumidores. 

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