Según su regularidad

Qué tipo de derrochador eres: conoce los tipos de gasto que hay para ahorrar más

Para poder gestionar un presupuesto mensual, uno de los pasos más importantes es clasificar todos los pagos que se realizan de acuerdo a las necesidades a las que responden y a su frecuencia.

Euros y calculadora.
Euros y calculadora.
Imagen de Freepik.

En el clima económico de hoy, cada vez más personas están buscando las maneras más eficaces de reducir los gastos innecesarios para poder dedicar ese dinero a otros proyectos, como lo serían las inversiones, los planes de seguros u otros instrumentos financieros, así como a cuestiones más personales que les genere una mayor satisfacción personal. Pero muchos de estos individuos no saben por dónde comenzar a ahorrar, sin poder organizar siquiera sus presupuestos mensuales. 

Para entender dónde se va el dinero, existen varias maneras de analizar nuestros gastos, como saber qué es lo imprescindible y lo que no, pero más allá de estos, puede resultar interesante ver cómo se suelen repartir en cuanto a su regularidad:

Gastos fijos

Estas son las salidas de dinero periódicas y constantes en cuanto a la cantidad, que se mantiene igual o con una variabilidad muy baja. En varios casos refiere a algunos de los gastos imprescindibles, como lo sería el pago del alquiler, pero si hacemos una revisión de todos, es probable que nos encontremos con que estamos pagando todos los meses por algo que no aprovechamos o no nos hace falta.

Gastos variables

Son los pagos cuya cuantía no podemos prever, por lo que pueden fluctuar cada vez que los realizamos. Un ejemplo sería el pago de los servicios básicos, que si bien son unos gastos con los que podemos contar, no necesariamente representan la misma cantidad a lo largo del tiempo, por lo que puede resultar de utilidad calcular una media de lo que suele pagarse y reservar una cantidad que se aproxime a esta.

Gastos discrecionales

Estos son los gastos que se realizan en actividades, productos o servicios de ocio que no necesariamente se entienden como algo habitual, sino que muchas veces se ven como un "capricho". Si bien es cierto que no se pueden hacer siempre, son una parte normal de lo que sería una vida saludable y equilibrada, ya que elevan la calidad de la misma, por lo que no se debe sentir culpa por apartar una cierta cantidad de dinero para disfrutar de estos gastos siempre y cuando no nos sobrepasemos de un límite que debemos decidir.

Gastos hormiga

Corresponden a las operaciones mínimas que forman parte de nuestro día a día, como la merienda en la oficina, que son tan nimias que no las tomamos en cuenta, pero que resultan en una cifra mucho más alta de lo que podemos adivinar cuando se suman a final de mes. Una parte muy importante de empezar a ahorrar es minimizar este tipo de gastos.

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