La tasa interanual del índice de precios al consumo (IPC) fue del 7,6% en febrero, según ha publicado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). El incremento de los precios de la electricidad y de los carburantes ha llevado al índice a su tasa más alta desde 1986. Además, se trata de una cifra superior en dos décimas a la adelantada por el INE hace 15 días. La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha llevado a los precios del gas, la electricidad y el petróleo a cotas incluso más altas de las alcanzadas durante el último año. Los analistas apuntan que el pico máximo de la inflación podría alcanzarse alrededor de mayo y que el IPC podría rozar el 10%.
Los precios vinculados a la vivienda crecen un 25,4% en el último año, según el INE; esto supone una variación interanual de siete puntos con respecto a la registrada en enero. Según Estadística, los precios de la electricidad disminuyeron, pero lo hicieron menos que en febrero del pasado año. En cambio, los del gasóleo para calefacción subieron más el pasado que en 2021. Lo mismo ocurre con los carburantes para vehículos, la tasa interanual de los precios del transporte es del 12,8%. Sin embargo, igual que lleva ocurriendo en los últimos meses, no solo la energía se encarece, también lo hacen otros productos de la cesta de la compra, como la alimentación, cuyos precios aumentan ocho décimas, hasta el 5,6%.
Según los datos de Estadística, entre febrero de 2021 y 2022, la electricidad se ha encarecido un 80,5%, los combustibles líquidos, un 52,3%, y el butano, un 33,4%. Si los impuestos de la electricidad se hubieran mantenido sin cambios, la tasa interanual del IPC hubiera alcanzado el 8,5%.
La tasa de variación anual de la inflación subyacente se sitúa en el 3%, un punto por encima del nivel que el Banco Central Europeo (BCE) considera como de estabilidad de precios, en el 2%. Se trata de la tasa más alta desde septiembre de 2008, según apunta el INE. Con respecto a febrero, el IPC varía un 0,8%. Precisamente, el BCE actualizó este jueves sus previsiones para la inflación y sumó dos puntos a su cálculo inicial. El supervisor bancario europeo cree que los precios crecerán un 5,1% este año, frente al 3,2% que estimó en diciembre.
El conflicto en Ucrania amenaza con agravar la crisis energética y, en consecuencia, con que la inflación se mantenga al alza durante más tiempo del previsto. Así lo reconocen economistas pero también el Gobierno. Por ello, se han prolongado hasta junio las medidas fiscales para paliar el impacto en las facturas de los consumidores. Varias industrias están ya notando estos incrementos de precios e incluso han tenido que parar su producción. Es el caso de la siderurgia, y otros, como la cerámica piden medidas urgentes. Además de la energía, la invasión rusa perjudica las exportaciones ucranianas a España y se están produciendo alzas en los precios de cereales y también del aceite de girasol.
Desde el Ministerio de Agricultura aseguran que el "abastecimiento de grasas vegetales" está garantizado, aunque el ministro, Luis Planas, ha explicado en declaraciones a TVE que España está en búsqueda de nuevos proveedores de maíz, por la dependencia de Ucrania. Planas ha afirmado que la guerra es una "situación excepcional", a nivel político, humano y también económico. Según el ministro, se trata de un factor más que se suma a la situación inflacionista, con alzas "significativas" de materias primas y mercados energéticos.
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