De la mano de su nuevo presidente

Correos marca como objetivo reflotar las cuentas y más diálogo con los sindicatos

Pedro Saura, que asumió el cargo al frente de la empresa pública el pasado 29 de diciembre, ha asegurado que busca transformar la compañía, que solo en los dos últimos años suma pérdidas de más de 330 millones de euros.

Pedro Saura
Correos marca como objetivo reflotar las cuentas y más diálogo con los sindicatos
Eduardo Parra / Europa Press / ContactoPhoto

Desde su nombramiento el pasado 29 de diciembre como presidente del grupo Correos, Pedro Saura se enfrenta al desafío de reflotar las cuentas de la empresa pública, que tras una racha de números rojos acumula pérdidas de más de 330 millones de euros solo en los dos últimos ejercicios.

El directivo ha subrayado la urgencia de una estrategia que ayuda a cambiar el rumbo de Correos y mejore los resultados a medio y largo plazo, señalando que nunca había visto una compañía estatal en una situación tan crítica. Los sindicatos más representativos de la entidad, CCOO y UGT, reconocen también la necesidad de mejora en la entidad.

De hecho, Saura ya habría realizado una primera toma de contacto con las organizaciones de trabajadores, para dar comienzo a una etapa en la que espera "llevar a cabo el proceso de transformación de la compañía para acometer la difícil situación que atraviesa" trabajando con los sindicatos.

Los sindicatos cifran las pérdidas en 1.150 millones desde 2018

Según los sindicatos, la entidad postal -que lleva meses trabajando con la consultora KPMG para elaborar un plan estratégico que impulse la transformación de esta empresa con más de tres siglos de historia- que cuenta con una plantilla de 50.000 trabajadores acumula 1.152 millones de pérdidas desde 2018. Aunque en 2019 cerró en positivo tras cuatro años de números rojos, en 2020 irrumpió la pandemia, lo que se tradujo en pérdidas de más de 260 millones, para luego perder más de 100 millones en 2021 y más de 200 en 2022. Las cuentas de 2023 no está previsto que se conozcan hasta dentro de al menos un par de meses.

El presidente del grupo desde hace poco más de dos meses trata de establecer la hoja de ruta para los cambios estratégicos necesarios para la recuperación, transformación y viabilidad de la principal empresa pública de España. CCOO y UGT consideran que la caída de la actividad y los ingresos dejan a esta empresa pública en una "delicada situación". A su juicio, han provocado recortes de plantilla y afectan directamente a la calidad del servicio postal.

Tras cinco años de gestión, el anterior presidente, Juan Manuel Serrano, dejó a la compañía pública, según los sindicatos, al borde de la quiebra financiera, con pérdidas en el sector postal y en el de paquetería, con una "quiebra moral" en la plantilla y una ruptura del diálogo social.

Por ello, Saura no solo tratará de enderezar las cuentas de Correos. También tendrá que acometer otros frentes abiertos en la compañía, como el restablecimiento de un diálogo social colapsado con el anterior presidente, la viabilidad de las nuevas líneas de negocio, la rentabilidad del negocio tradicional y las resoluciones del órgano de Competencia (CNMC) sobre precios.

Para empezar, nueva cúpula y más diálogo social

Pedro Saura se reunió hace un mes con los sindicatos CCOO y UGT. En ese encuentro, el expresidente de la empresa pública Paradores -que dejó totalmente saneada y con resultados históricos- expresó su voluntad de restablecer el diálogo social con los sindicatos mayoritarios después de una etapa de relaciones turbulentas.

La parte sindical exigió a Saura en la cita que trabaje para asegurar el futuro y la estabilidad laboral de la plantilla y advirtieron de que rechazarán cualquier proyecto basado "exclusivamente" en el ajuste "puro y duro y la reconversión". En paralelo, Saura ya ha relevado a la cúpula de la alta responsabilidad en Correos.

Los cambios se han efectuado en la dirección de Operaciones con la entrada de Olga García; dirección de Comercial (Yolanda Orcajada); dirección financiera (Javier Monzón); dirección general de Correos Telecom (Enrique Cervera); Organización, Tecnología y Transformación Digital (Isabel Alcantarilla); dirección financiera de Correos Express (Santiago Ferrer), y Estrategia (José Miguel Moreno).

Competencia pide un nuevo modelo de costes

Los precios con descuento que Correos ofrece a grandes clientes (empresas y administraciones) para sus envíos de correspondencia están por debajo de los costes reales de prestación del servicio, según una reciente resolución comunicada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En los envíos de cartas de hasta 20 gramos y de hasta 50 gramos, las más habituales, Correos ofrece descuentos a los citados grandes clientes "que hacen que incumpla su obligación de orientar" los precios a los costes reales (costes históricos totalmente distribuidos) que le supone prestar el servicio, precisa la CNMC. Pedro Saura también tendrá que acometer las recomendaciones del órgano regulador e incluir un nuevo modelo de costes al alza en la normativa sectorial, "más adecuado" a la evolución de la demanda.

Correos afronta la fase de nuevos empleados

El pasado 23 de octubre comenzó la incorporación al puesto de trabajo asignado en Correos de las 7.757 personas que obtuvieron un puesto de trabajo fijo en el marco de las tasas de reposición aprobadas para los años 2020 y 2021 y para las categorías operativas en toda España.

El propósito de esta fase de empleo fue reducir la elevada temporalidad y precariedad laboral en Correos, unos aspectos que los sindicatos reivindicaron con intensidad en la anterior etapa presidencial. Los nuevos empleados desempeñarán funciones de reparto de envíos, tareas logísticas y atención al cliente en oficinas.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denunció a finales de septiembre que estos nuevos empleados de Correos “no son suficientes" para atender las necesidades de personal de la empresa.

CSIF advirtió de que “se trata solo de un parche”. Saura ya conoce las cifras de este sindicato, que asegura que en los últimos diez años se han perdido más de 15.000 empleos entre amortizaciones de plazas, jubilaciones de personal y traslados de trabajadores a otras administraciones.

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