En el último año

El crédito al consumo supera los 30.000 millones y compensa la caída en hipotecas

La financiación destinada a bienes duraderos y servicios alcanza máximos de cuatro años, pero no logra situarse por encima del nivel preCovid, cuando los tipos de interés en la eurozona estaban en el 0%. 

Crédito al consumo
El crédito al consumo supera los 30.000 millones y compensa la caída en hipotecas. 
EUROPA PRESS

La subida de los tipos de interés ejecutada por el Banco Central Europeo (BCE) para combatir la alta inflación no afloja el paso del crédito al consumo. Lejos de experimentar un repliegue de la demanda, este tipo de préstamos que, por lo general, suelen conllevar un alto coste, han registrado un crecimiento en volumen de casi el 8% en el último ejercicio en España. Según los últimos datos del Banco de España (BdE), durante 2023 las entidades concedieron financiación destinada a bienes duraderos o servicios por valor de 32.302 millones de euros, frente a los 29.923 millones registrados al término de 2022, cuando los bancos centrales comenzaron a encarecer el precio del dinero. 

Este montante logra romper la barrera de los 30.000 millones por primera vez en cuatro años, ya que esto no ocurría desde antes de la pandemia, aunque sigue por debajo de los 36.236 millones contabilizados en el conjunto de 2019. La diferencia es que en ese momento el interés de las nuevas operaciones era más bajo, situándose en el 6,6%. El pasado diciembre el tipo medio TEDR, que es equivalente a la Tasa Anual Equivalente (TAE) sin incluir comisiones, cerró en el 7,7%, tasa que se ha suavizado desde el máximo del 8,28% que marcó en agosto. 

En plena campaña navideña, el importe de las nuevas operaciones ha ascendido a 2.504 millones, lo que supone un recorte de más de 800 millones con respecto a noviembre, coincidiendo con el 'Black Friday', en el que rebasó un nivel inédito desde 2019. El dato contabilizado en diciembre es el cuarto más bajo del año por detrás de septiembre (2.333 millones) tras la vuelta de vacaciones, enero (2.352) y abril (2.245), un patrón similar al de años anteriores. Este comportamiento se ha producido en un contexto marcado por el aguante del empleo y la contención de la inflación sobre el 3,1%. 

Por regla general, estos créditos cuyo importe oscila entre los 200 y los 75.000 euros, suelen ser más accesibles, dado que la banca cubre sus espaldas con tipos más elevados. Si bien ayudaron a compensar de alguna forma el impacto en el balance de los bancos durante la era de los tipos negativos, ahora este segmento también ha contribuido a mitigar el freno en la demanda de hipotecas a raíz de los mayores costes, tal y como se refleja en la cuenta de resultados de la mayoría de entidades. En este sentido, los bancos españoles han otorgado un 13,7% menos de crédito para vivienda hasta los 56.242 millones frente a los 65.220 millones de los doce meses anteriores. 

La comparativa se ve influida por el hecho de que ese año la compraventa de viviendas alcanzó su máximo desde 2007, con la transacción de casi 650.000 operaciones. A este le secunda 2021, en el que las entidades financiaron más de 59.400 millones. Para encontrar unas cotas similares hay que remontarse a 2010, cuando la crisis del euro comenzaba a aflorar. De este modo, el saldo vivo de crédito a familias se redujo un 2,5%, rebasando ligeramente los 681.709 millones, de los que el grueso los canalizan las hipotecas (496.560, que caen un 3,3%). A estos hay que añadir 99.260 millones de la partida de consumo, que aumentan un 2,7% más, así como 82.559 millones a otros fines, en el que se engloban los préstamos que no son ni hipotecas ni consumo. 

El BCE prevé una menor demanda de financiación

La última encuesta sobre préstamos bancarios de la eurozona arroja que el endurecimiento monetario ha tenido impacto tanto en el lado de la oferta como de la demanda. En el caso concreto de España, el organismo con sede en Fráncfort señala que el uso del ahorro Covid-19 se siguió notando en la actividad bancaria, aunque sus efectos fueron más moderados que en años anteriores, algo que también ha detectado en Francia. A este factor se suma el incremento de los rechazos de solicitudes, que ha ido al alza desde que los tipos de interés comenzaron a subir en julio de 2022, tendencia que incluye todas las categorías de financiación enfocadas en hogares. 

En la región de la moneda única, las solicitudes de préstamos al consumo cayeron en el cuarto trimestre de 2023 un 7%, retroceso moderado si se tiene en cuenta que el segmento de vivienda retrocedió hasta un 26% entre octubre y diciembre. Con esta radiografía, los bancos de la eurozona prevén que en este primer trimestre las peticiones de crédito al consumo caigan en contraste con las hipotecas, para las que se espera una mejora al calor de la evolución del euríbor y bajo la expectativa de que el BCE arrancará la bajada de tipos a partir del segundo semestre. 

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