El nivel de ahorro óptimo a los 50 años depende de varios factores, como la situación económica y personal de cada uno. Los expertos coinciden en que contar con un buen "colchón" financiero es crucial para afrontar etapas posteriores de la vida, especialmente la jubilación, cuando los ingresos suelen disminuir. Empezar a ahorrar desde una edad temprana facilita alcanzar las metas de ahorro a largo plazo.
Según el método desarrollado por la economista Kimmie Green, a los 30 años se debería haber ahorrado el equivalente a un año completo de salario, y cada cinco años se añadiría un multiplicador. Así, al llegar a los 50, se recomienda tener guardado el equivalente a cinco años de salario bruto.
Es decir, si el sueldo anual es de 20.000 euros, al cumplir medio siglo habría que disponer de unos ahorros de 100.000 euros. Otros expertos matizan que para salarios inferiores a 25.000 euros anuales, el objetivo a los 50 años se situaría entre los 35.000 euros y 40.000 euros ahorrados.
Estrategias para alcanzar las metas de ahorro
Conocer las cifras objetivo es solo el primer paso. Para reunir dichas cantidades, es imprescindible aplicar fórmulas que promuevan el ahorro constante y progresivo, sin renunciar en exceso a las comodidades diarias.
Algunas técnicas y estrategias incluyen: diversificar las inversiones con un enfoque a largo plazo, automatizar el ahorro y evitar gastar más de lo que se ingresa, formarse en educación financiera o puedes recurrir a la ayuda de un asesor financiero profesional.
Aunque ahorrar no siempre resulta sencillo, sobre todo por los imprevistos que surgen en el día a día, es recomendable mover el dinero que se tiene parado. Si no se necesita disponer de todo el capital a corto plazo, invertir una parte para generar rentabilidad es una opción inteligente.
Se puede optar por alternativas conservadoras como las Letras del Tesoro o asumir más riesgo con inversiones en acciones bursátiles, divisas o derivados, en función de las circunstancias económicas particulares.
La importancia de la planificación financiera a largo plazo
Planificar las finanzas con visión de futuro es esencial para asegurar una buena calidad de vida en la vejez. Además de establecer metas de ahorro realistas y adoptar estrategias para alcanzarlas, conviene revisar periódicamente el plan financiero para adaptarlo a los cambios vitales y económicos que puedan surgir.
Contar con un buen colchón de ahorros al llegar a los 50 años proporciona tranquilidad y flexibilidad para afrontar imprevistos, disfrutar de la jubilación o incluso adelantarla si se desea. Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para empezar a construir un futuro financiero sólido.
