"Es como ir por una película o un videojuego". Era una de las frases que se escuchaba este fin de semana en la Comunidad de Madrid. El motivo ya es de sobra conocido: la borrasca Filomena ha dejado una nevada que no se veía desde hacía más de medio siglo. Las imágenes ya quedarán grabadas para la historia, pero tras los muñecos de nieve, los esquiadores en plena Gran Vía y un buen puñado de anécdotas, llega el momento de hacer balance y ver todos los daños que ha dejado el temporal.
Y es que a esas imágenes de jolgorio se suman las decenas de árboles caídos que han afectado a locales, viviendas, coches de particulares, cortes en los suministros de la luz, fallos en la calefacción y un largo etcétera. De hecho, tal y como ha asegurado Elena Jiménez de Andrade, del colegio de mediadores de seguros, esta misma mañana en una entrevista en el canal 24horas, las compañías ya han recibido multitud de partes por este motivo.
Pero, ¿hasta qué punto cubren los seguros los desperfectos causados por el temporal? Según explicaba Jiménez de Andrade, depende de las pólizas de seguro que se tengan contratadas. Además, en estos casos conviene diferenciar si el daño ha sido causado por nieve, hielo o aire.
Las aseguradoras privadas sí que cubren los desperfectos provocados por esta borrasca. Y es que, en el caso de la nieve o el hielo, no cuenta con unos límites mínimos de cantidad para poder reclamar; algo que sí ocurre con la lluvia. En el caso de las públicas, la nieve no está incluida en la lista de "riesgos extraordinarios", tal y como ha detallado el director de operaciones de la entidad pública, Alejandro Izuzquiza, en una entrevista en RTVE. Por tanto, en este caso, los afectados deben dirigirse a las privadas.
Daños en los coches o en el hogar
Lo que si considera algo extraordinario el Consorcio son las inundaciones, como las ocurridas durante este fin de semana en algunas partes de Andalucía. En este caso, se pueden pedir las indemnizaciones correspondientes a través de su página web.
Si los daños han sido causados por fuertes vientos, las indemnizaciones públicas cubren los desperfectos en aquellos casos en que las rachas superen los 120 kilómetros por hora.
En el caso de los seguros del hogar, hay distintos baremos dependiendo de la póliza que se tenga contratado; mientras que en los coches, los desperfectos se cubren si el vehículo está a todo riesgo; pero si está a terceros, no. En estos casos, hay que ponerse en contacto con las aseguradoras para reclamar los daños.
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