Cogen algo de oxígeno en plena crisis económica. La compraventa de viviendas inscritas aumentó en noviembre de 2020 un 3,5% respecto al mismo mes del año anterior, mientras que las hipotecas constituidas lo hicieron un 1,5%, según los datos del Colegio de Registradores y recoge la Agencia Efe. En total se contabilizaron 78.315 operaciones hasta noviembre, el noveno mes de pandemia de coronavirus, frente a las 73.775 de 2019. Las compraventas de casas pasaron de 35.898 en noviembre de ese año a 37.149 en el mismo mes de 2020.
Por su parte, las hipotecas constituidas, después de los valores negativos entre marzo y agosto respecto al mismo periodo del año anterior, y tras una recuperación en el mes de septiembre, coincidiendo con el final del verano, volvieron a ralentizarse desde octubre y en noviembre bajaron en más de 1.700 operaciones respecto al mismo periodo del año anterior, es decir de las 39.391 hipotecas totales de noviembre de 2019 se pasaron a las 37.639 del mismo periodo de este año. Por el contrario, las hipotecas sobre vivienda registraron un ligero aumento de 395 operaciones, al pasar de las 26.728 en noviembre de 2019 a las 27.122 en noviembre de 2020.
Tras el periodo de hibernación y las restricciones a la actividad adoptadas para combatir la pandemia, el sector inmobiliario aprecia una cierta recuperación de la demanda que podría acentuarse en el segundo semestre de 2021 y estabilizar los precios. Pero para ello, es necesaria que la evolución de la situación epidemiológica sea positiva y que contagie a la economía, según expertos consultados por Efe.
Según estimaciones de CBRE, 2020 podría cerrar con un descenso en las transacciones totales de vivienda de en torno a un 30% o un 35% respecto al año anterior -lo que supondría 400.000 viviendas vendidas- mientras que para 2021 se espera una "ligera recuperación", con un incremento del 20% -475.000 viviendas-. No obstante, desde la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) advierten de que la incertidumbre económica hará que los compradores sean "más prudentes y cautelosos", lo que alargará los tiempos de venta y podría influir en los precios.
Si la efectividad de la vacuna no se materializa y se alarga en el tiempo la crisis sanitaria y la económica, los propietarios serán más proclives a realizar ajustes, sobre todo en zonas donde el precio haya subido más los últimos años, o en las zonas de menor demanda", explica José María Alfaro, coordinador general de FAI. Sin embargo, esos posibles reajustes no serán iguales ni en todas las plazas ni en todo tipo de producto. Los expertos coinciden en que el precio de la vivienda usada es más susceptible de experimentar bajadas, ya que está más influida por la situación económica y laboral, y muchos propietarios podrían verse obligados a vender sus viviendas a precios más ajustados para hacer frente a la hipoteca.
Desde CBRE esperan que en 2021 se produzca un aumento de los precios de casi un 1% -especialmente a partir del segundo semestre del año- después de experimentar este año unas caídas de entre el 2 y el 4%. "Los ajustes en vivienda nueva serán testimoniales y en mercados orientados a la segunda residencia. El ajuste en la segunda mano será consecuencia del deterioro del mercado laboral, la necesidad de venta por parte de los propietarios y una mayor oferta", explica Samuel Población, director nacional de Residencial y Suelo de CBRE.
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