De la batalla de los presupuestos a la guerra de divisas

  • Madrid.- La semana quedó marcada por el cierre, el viernes, del acuerdo con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CC) que, con los ocho votos de ambos, permite la aprobación de los presupuestos del Estado de 2011 y transitar con relativa comodidad el año y medio que resta de legislatura.

De la batalla de los presupuestos a la guerra de divisas
De la batalla de los presupuestos a la guerra de divisas

Madrid.- La semana quedó marcada por el cierre, el viernes, del acuerdo con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CC) que, con los ocho votos de ambos, permite la aprobación de los presupuestos del Estado de 2011 y transitar con relativa comodidad el año y medio que resta de legislatura.

Según los socialistas, se trata de acuerdo para la "estabilidad económica, política e institucional" que "va más allá" de la tramitación de los presupuestos, aunque el PNV, que cambió su apoyo por mayores competencias al gobierno regional vasco, adujo que no hizo "ningún compromiso" de respaldo a posterior al Gobierno.

Para el Partido Popular (PP), el pacto permite la continuidad del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al menos un año más en el Palacio de La Moncloa, pero no sirve para mejorar la crisis ni "la dramática situación del paro", de la que, agregó, el PNV y CC se ha hecho "corresponsables".

Nuevas previsiones confirmaron la ralentización del lento crecimiento de la economía española durante el tercer trimestre del año, aunque el Gobierno descartó el jueves que haya habido un decrecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).

Análisis conocidos durante al semana certifican el auge alemán, mientras Francia continuó envuelta en movilizaciones, protestas y huelgas por el plan, en trámite parlamentario, del presidente Nicolas Sarkozy de retrasar la edad de jubilación de 60 a 62 años y de 65 a 67 para el cobro total de la pensión.

Los principales institutos de estudios económicos germanos diagnosticaron un crecimiento económico nacional del 3,5% este año y del 2% el próximo, una disminución del desempleo por debajo de tres millones de personas por primera vez en muchos años y el déficit público posiblemente en menos del 3% en 2011, dos años antes de lo previsto.

La canciller alemana, Angela Merkel, habló luego de espaldarazo a su política de estabilidad, tanto en lo relacionado a la expansión económica como a sus efectos en la creación de empleo, y de los beneficios para el resto de Europa.

La "guerra de divisas", como se han dado en llamar las tensiones surgidas en el mercado de monedas, pareció quedar pendiente de la reunión del Grupo de los 20 (G20) de Seúl del 11 y 12 de noviembre, en la que los líderes mundiales tendrán la oportunidad de examinar cómo reequilibrar la economía internacional de mejor forma.

El Gobierno de Pekín está sometido a presiones políticas y económicas por parte de Estados Unidos -urgido por las elecciones de noviembre- y de la Unión Europea para que aprecie más el yuan, cuya baja cotización -aunque se ha fortalecido cerca de un 2,5% desde junio- beneficia desmesuradamente las exportaciones de China.

Según las cifras conocidas esta semana, el superávit comercial de China fue en septiembre el menor en cinco meses (16.900 millones de dólares), mientras que sus reservas crecieron en el tercer trimestre en 194.000 millones hasta totalizar un nuevo récord mundial de 2,65 billones de dólares.

Las partes volvieron a mostrarse cautelosas evitando acusar a China de manipulación de la tasa de cambio, una confrontación directa inoportuna en momentos en los que la recuperación económica en Estados Unidos se estanca.

El dólar acabó el viernes con respecto al euro en el menor nivel en nueve meses (1,415) y la moneda japonesa alcanzaba el jueves su máximo en quince años y medio frente a la divisa estadounidenses, por debajo de la barrera de los 81 yenes.

Los indicadores conocidos durante la semana en Estados Unidos añadieron nuevos ingredientes de incertidumbre.

Se sumaron el mal dato del empleo, el agravamiento en casi un 9% del déficit comercial, una inflación (1,1% anual) baja por demasiado tiempo y el descenso imprevisto de la confianza de los consumidores, aunque el déficit federal se redujo un 9,1% con respecto al anterior año fiscal (a 1,294 billones de dólares) y las ventas al por menor subieron en septiembre más de lo esperado.

En vista de la situación, la Reserva Federal se ha mostrado lista para tomar, seguramente en su primera reunión de noviembre, medidas adicionales de política monetaria de estímulo económico haciendo bajar los intereses reales con una posible compra masiva de deuda pública.

Las bolsas cerraron una semana con ganancias, desde el 0,5% del Dow Jones de Wall Street al más del 3% de Fráncfort, sin olvidar el 2,7% de São Paulo o el casi 3,6% de Hong Kong, aunque Tokio se dejó casi un 2%.

El oro siguió en máximos históricos, con su revaluación superior al 20% en lo que de 2010 y la posibilidad de que en 2011 alcance los 1,450 dólares la onza.

El barril de petróleo se abarató en la semana entre un 1,5 y 2% a entre 81,25 y 82,49 dólares.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en su reunión del jueves en Viena, se mostró cómoda con el precio actual del crudo y mantuvo su oferta en 24,8 millones de barriles diarios, la cuota vigente desde el 1 de enero de 2009.

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