Hasta noviembre de 2022

Los despidos de indefinidos durante el periodo de prueba aumentan un 600%

Durante esta etapa, cualquiera de las partes puede romper la relación laboral sin la necesidad de aportar una justificación o hacerlo con días de preaviso, ya que el único requisito es que se comunique por escrito.

Trabajador, camarero
Los despidos de indefinidos durante el periodo de prueba aumentan un 600%.
Europa Press

La implementación de la reforma laboral ha reducido el número de contratos temporales y en consecuencia, fomentado la contratación indefinida. Sin embargo, los datos publicados por la Seguridad Social muestran un efecto perverso de la introducción de estos cambios: las empresas recurren al despido durante los meses del periodo de prueba. Los últimos datos disponibles corresponden a noviembre de 2022 y muestran que desde inicios de año se efectuaron un total de 495.890 despidos de personas con un contrato indefinido durante el periodo de prueba. En cambio, en la misma etapa de 2021, entre enero y noviembre, tan solo se rompieron 67.347 relaciones contractuales de este tipo, si sumamos los acuerdos a tiempo completo, parcial y los fijos discontinuos.

Estos registros muestran un incremento del 600% en los despidos en periodo de prueba en el primer año de vigencia de la reforma laboral, o lo que es lo mismo, doce meses después el número de rescisiones de contratos de trabajo se ha multiplicado por siete. El Real Decreto Ley 32/2021 concedió a las empresas un plazo de tres meses -hasta marzo de 2022- para adaptarse a la nueva reforma que, en su búsqueda por reducir la temporalidad en el mercado de trabajo español, acabó con el contrato por obra y servicio, una de las modalidades más utilizadas en nuestro país. La normativa en vigor no ha eliminado por completo el contrato temporal, no obstante, sí que lo ha reducido a supuestos muy concretos. 

Las empresas pueden realizar contratos de carácter eventual por circunstancias de la producción o para sustituir a otro trabajador por un periodo determinado. La primera vía responde a desajustes temporales que la compañía no hubiese anticipado y requieran de un refuerzo de las plantillas, o que, por el contrario, sí se hayan previsto, pero se trate de una situación ocasional con una duración "reducida y delimitada", como podría ser un incremento de las ventas en la temporada de Navidad. Mientras que los acuerdos por sustitución pueden suplir la ausencia de un empleado o complementar una jornada reducida si se encuentra entre las causas recogidas en la ley. 

Despido en periodo de prueba en vez de contrato temporal

Esta delimitación ha llevado a que las empresas vean en el periodo de prueba una vía para incorporar trabajadores por unos pocos meses tras la eliminación del contrato por obra y servicio. Durante esta etapa, cualquiera de las partes -el trabajador o la empresa- puede romper la relación laboral sin la necesidad de aportar una justificación o hacerlo con días de preaviso, ya que el único requisito es que la decisión se comunique por escrito. Además, el despido por no superar el periodo de prueba no da pie a obtener una indemnización por los servicios prestados, ni afecta a la empresa para beneficiarse de ayudas a la contratación. 

Este plazo está regulado por los convenios colectivos de cada sector, aunque en su defecto, el Estatuto de los Trabajadores establece un periodo máximo de seis meses para los técnicos titulados y de dos o tres meses para el resto de profesionales, en función de las características de la empresa. Si bien la empresa no puede establecer un periodo de prueba para aquellos trabajadores que ya hayan estado vinculados a la firma para desarrollar las mismas funciones que se recogen en el nuevo contrato, independientemente de qué tipo de contrato tuviera entonces, según la jurisprudencia de Madrid, Cataluña y Valencia. 

El Gobierno y el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en concreto, ha celebrado el "cambio de paradigma" en el mercado de trabajo por el aumento de las contrataciones indefinidas. A final de noviembre de 2022, 12.041.846 personas contaban con un contrato indefinido en España, lo que supone un incremento del 23,65% respecto al mismo punto del año anterior -cuando no se había aprobado la Reforma Laboral-, que registró 9.738.390 relaciones laborales de este tipo. Sin embargo, estos logros se ven mermados por el crecimiento sin precedentes de los despidos durante el periodo de prueba, que ponen en duda el alcance de la reforma para reducir la temporalidad en nuestro país.

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