Fracaso de la vicepresidenta

Díaz sale 'herida' de la reforma laboral por el 'fuego amigo' de ERC y EH Bildu

El Gobierno saca adelante una de las votaciones más relevantes de la legislatura con Ciudadanos, partidos minoritarios y un voto erróneo del PP. El bloque de investidura se rompe, pero seguirán negociando leyes. 

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, camina junto a la ministra de Trabajo, Yolanda Diaz, durante el pleno del Congreso de los Diputados.
Díaz sale 'herida' de la reforma laboral por el 'fuego amigo' de ERC y EH Bildu
EFE

El Gobierno ha conseguido sacar adelante su reforma laboral en el Congreso de los Diputados gracias a los 175 votos a favor que ha recabado con el apoyo de formaciones del centro derecha como Ciudadanos y otros grupos diversos que, siendo minoritarios, han resultado claves. El Ejecutivo prefiere llegar a este tipo de votaciones con mayorías más holgadas, pero en esta ocasión no ha sido posible. El margen era muy ajustado, ya que se jugaba a apenas tres votos. Finalmente, los del ‘no’ se han quedado en 174 y los del sí, que inicialmente eran 176, han perdido un voto, el de Sergio Sayas, de UPN, que finalmente ha roto la disciplina de voto. Vía libre a una de las reformas estrella de la coalición en el ecuador de la legislatura.

El bloque del ‘sí’, que terminaba de afianzarse a última hora de la noche del miércoles con la suma del PDeCAT y UPN, ha propiciado la convalidación del real decreto ley, eso sí, con los diputados navarros votando con la nariz tapada, como ellos mismos han reconocido. Y en el bloque del 'sí' ha faltado un voto finalmente, porque se contaba con 176. Se trata del de Sayas, que ha comunicado a través de su cuenta de Twitter: "Votamos no a la reforma laboral. En un política lo único que no puedes hacer es algo que no puedas explicar a tus votantes. Somos sus representantes y a ellos nos debemos. Por eso nunca tuve un voto tan difícil como hoy pero tampoco nunca lo tuve más claro". Su compañero, Carlos García Adanero, ha votado, imprevisiblemente, también en contra.

La sorpresa de última hora ha estado marcada por el voto del diputado del Partido Popular por Cáceres, Alberto Casero, quién ha marcado el 'sí' por error. El exalcalde de Trujillo envío su respuesta de manera telemática en la que apoyaba el decreto por excelencia de Díaz, sin embargo, al darse cuenta del fallo, ha acudido a la Cámara Baja a intentar subsanar el error, donde no le han dejado volver a votar. De este modo, el Gobierno convalida su reforma laboral, aunque Yolanda Díaz ha fracasado en su desesperado intento de convencer a los socios de investidura (ERC, PNV y Bildu) y ve nacer su reforma estrella aupada por parte de la derecha parlamentaria. La vicepresidenta sale herida de una negociación compleja por el fuego amigo de los independentistas.

Con el voto en contra de algunos de sus socios tradicionales, la reforma laboral rompe el bloque de investidura con el que el socialista Pedro Sánchez llegó a la Moncloa y aprobó sus Presupuestos Generales de 2021 y 2022. Aunque los socios insisten en que no van a mantener una actitud obstruccionista en lo que queda de legislatura, sí hay una relación que queda especialmente tocada, que es la de Yolanda Díaz con ERC. Fuentes del grupo republicano cargan en privado contra la vicepresidenta y la acusan de haber mantenido una negociación kafkiana y descoordinada entre el Ministerio de Trabajo y el de la Presidencia, que pilota Félix Bolaños.

Díaz ha afirmado este jueves en la tribuna del Congreso que con el PNV sí mantuvo una negociación “seria” hasta el final (se llegó a acariciar el acuerdo, según admiten fuentes conocedoras de las conversaciones), sin embargo, ha acusado a otros socios de haber propiciado “debates superficiales” y haberse movido por “rivalidades partidistas”. Sin hacer una referencia expresa a ERC, la vicepresidenta ha lanzado un dardo directo al grupo republicano. Su portavoz, Gabriel Rufián, se ha defendido públicamente, cargando con fuerza contra el fondo y la forma de la reforma pactada entre Díaz, la patronal y los sindicatos, pero sin entrar en el detalle de las negociaciones.

En privado, desde el grupo republicano aseguran que la negociación ha estado marcada por las “disfunciones” entre Díaz y Bolaños, por el inmovilismo en las propuestas y por una exigencia de discreción y de evitar a toda costa plasmar cesiones por escrito. “Si salieran a la luz algunos de los documentos que hemos intercambiado, hay quien tendría mucho que perder”, deslizan fuentes de ERC. Con todo, los partidos apuestan por dejar calmar las aguas y no airear sus diferencias. "No se acaba el mundo", ha afirmado Rufián en su discurso. "Seguiremos hablando, porque somos muy conscientes de la alternativa", ha concluido. Pero el borrón y cuenta nueva no va a ser tan sencillo.

Ante este panorama, la líder de Unidas Podemos en el Gobierno de coalición tiene por delante un devenir complejo. Desde su equipo trasladan tranquilidad, aseguran que seguirán negociando con los socios habituales futuras reformas y hablan con “cariño” de ERC. Siempre defienden que hay que mimar a los socios, pero, en esta ocasión, el cortejo no ha dado sus frutos y este fracaso puede tener importantes consecuencias. El PSOE –y particularmente, Pedro Sánchez- sale reforzado de esta votación, mientras Yolanda Díaz se juega apoyos clave a su futuro proyecto político a las puertas del lanzamiento de su proceso de escucha por la geografía española. Cataluña y País Vasco son puntos calientes.

La propia Díaz admitía desde la tribuna que acudía este jueves al Congreso “con ilusión y preocupación”. “Ilusión porque estamos ante una norma decisiva que tiene tras de sí un gran esfuerzo colectivo, una década de luchas para devolver a la legislación laboral la dignidad que la reforma del PP le arrebató”, arrancaba. Y preocupación, porque “llevo semanas hablando con los interlocutores políticos para recabar su apoyo a la Reforma, para que al respaldo obtenido en el Diálogo Social se sume el de esta Cámara, amplificando la legitimidad de una norma de consenso, de país. No he logrado, sin embargo, hablar con muchas de sus señorías de ninguno de los contenidos de esta norma. No he logrado trasladarles lo que conlleva este Real Decreto-ley".

Respecto al contenido del real decreto ley, Rufián le ha reprochado a Díaz una obviedad: que la reforma laboral que han aprobado no deroga la del PP y que eso supone el incumplimiento de una promesa programática. Así ha justificado su voto en contra. Pero la vicepresidenta, aun siendo partidaria de algunas de las medidas que proponían desde Esquerra, se ha visto atada de pies y manos al no poder modificar ni una coma del acuerdo alcanzado con los agentes sociales. Con todo, insiste en defender su reforma laboral como “histórica” y en afirmar que cambiará el paradigma de las relaciones laborales en España. Su única baza ahora pasa por vender las bondades de la norma, en cuanto empiece a desplegar sus efectos en el mercado laboral, como ya ha sucedido en el mes de enero en lo que se refiere a la contratación indefinida.

Mostrar comentarios