Por la inflación y el aumento de la morosidad

La EBA teme un parón en los beneficios de la banca a pesar de la subida de tipos

La autoridad bancaria asegura que, si los bancos conceden menos crédito, su negocio se reduce, y que además tendrán que asumir mayores costes de financiación y afrontar un aumento de la morosidad.

Oficina de la Autoridad bancaria Europea (EBA). Sede de la EBA, logo. EBA (Foto de ARCHIVO) 01/1/1970
La EBA teme un parón en los beneficios de la banca a pesar de la subida de tipos. 
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El presidente de la Autoridad Bancaria Europea, EBA, José Manuel Campa, ha mostrado este lunes sus dudas sobre los beneficios que podrían obtener los bancos por la subida de los tipos de interés ante una perspectiva de un menor crecimiento económico y un previsible aumento de la morosidad. Durante su intervención en el XIII Encuentro Financiero organizado por KPMG y Expansión, Campa ha explicado que aunque se tienda a pensar que con mayores intereses los bancos obtendrán más beneficios -la tesis del Gobierno para impulsar un impuesto extraordinario al sector- la realidad puede ser muy diferente.

"Es posible que los ingresos no crezcan tanto como se podía haber pensado", ha advertido el presidente de la EBA, quien ha señalado que "a corto plazo no es tan evidente" que los mayores intereses se traduzcan en mayores ingresos ya que el "deterioro constante de la economía puede suponer un menor flujo de crédito". Si los bancos conceden menos crédito, su negocio se reduce, pero además tendrán que asumir mayores costes de financiación y el contexto económico actual afectará también a la calidad de activos, con un aumento de la morosidad tanto en hogares como en empresas.

A ojos de Campa, lo positivo por el momento es el comportamiento del mercado de trabajo ya que la incertidumbre económica no ha venido acompañada de más desempleo. No obstante, puntualiza, si eso empeora, sería crítico para la calidad crediticia de los bancos. El presidente de la EBA sigue pensando que hay "una cierta bolsa de activos defectuosos" que pueden aflorar, contribuyendo al esperado aumento de la morosidad crediticia, especialmente si se tiene en cuenta los créditos que ya se encuentran en vigilancia especial por parte del sector, en muchos casos tras el fin de moratorias de pago.

Adicionalmente, ha señalado, el deterioro de la calidad de los activos podría ser "especialmente agudo" si se producen correcciones en el mercado inmobiliario, que presenta signos de sobrecalentamiento en algunos países europeos. Si bien, considera que en el entorno actual es más probable que esa tendencia se revierta.

Vaticina un periodo turbulento

El presidente de la EBA considera que aunque la agresión de Rusia a Ucrania y la elevada inflación no hayan tenido hasta el momento un impacto significativo en los bancos europeos, el sector está "al principio de lo que viene, un periodo turbulento importante". La guerra de Rusia tuvo un primer impacto en bancos muy limitado porque la exposición directa del conjunto de los bancos europeos era relativamente pequeña, de poco más de 65.000 millones a Rusia y unos 10.000 millones a Ucrania. Eso es el 0,3% de los préstamos totales. Pero habrá que ver los efectos de segunda ronda que puede tener en algunos sectores y clientes.

Otro factor importante es el reto de la inflación, que está aumentando y ha llevado a los banco centrales no sólo a subir los tipos de interés sino a retirar las medidas de estímulo, lo que Campa advierte de que tendrá impacto (negativo) en el balance y en la cuenta de resultados de los bancos. Y el presidente de la EBA suma otros dos riesgos para el sector: el cambio climático, que empieza a afectar al sistema productivo europeo, y el riesgo tecnológico, por los ataques cibernéticos.

Todos estos riesgos marcan las prioridades de la EBA para 2023, por lo que Campa considera fundamental mantener el mercado único de servicios, con una regulación única "prudencial y coherente" con los mercados globales, además de medir la capacidad de resistencia del sector con nuevos test de estrés antes del verano. El presidenta de la EBA también incluye entre las prioridades progresar en la unión bancaria europea, que sigue incompleta y avanzar en procesos regulatorios más tecnológicos.

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