El G20 ante el riesgo de que se doble el paro por la ralentización económica

París, 26 sep.- Los pronósticos de que el desempleo generado por la crisis podría alcanzar a 40 millones de personas en los países del G20 en 2015, el doble que hasta ahora, debido a la ralentización de la economía, marcaron hoy en París el comienzo de la reunión de ministros de Trabajo del mencionado grupo.

El riesgo de que se llegue a doblar el número de parados motivaron llamamientos durante la reunión para que el empleo sea una prioridad de la acción de los líderes del G20 en la cumbre del próximo noviembre en Cannes (sur de Francia).

La OCDE y la OIT han calculado el efecto que la ralentización económica está teniendo sobre el empleo (el ritmo de creación de puestos de trabajo en el G20 ha pasado del 1 % en 2010 al 0,8 % este año), y, lo que es más preocupante, las consecuencias que tendrá si persiste la tendencia.

Así, ambas organizaciones advierten de que de mantenerse la actual evolución, a los 20 millones de personas que han venido a engrosar las cifras del desempleo en sus países miembros desde comienzos de la crisis se sumarían otros tantos de aquí a 2015, y eso en un contexto en que están aumentando las diferencias de ingresos.

Esas proyecciones se contraponen al ritmo de crecimiento del 1,3 % en el empleo que habría de lograrse para absorber tanto los 20 millones de parados de la crisis como las nuevas incorporaciones a la población activa, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"La crisis de empleo está afectando de forma particularmente dura a los grupos más vulnerables por el crecimiento del paro de larga duración, la subida del desempleo juvenil y el incremento de la informalidad", señalaron en una declaración conjunta los máximos responsables de la OCDE, Ángel Gurría, y de la OIT, Juan Somavía.

"Esta es la cara humana de la crisis. Los gobiernos no lo pueden ignorar", sentenciaron Gurría y Somavía en una declaración común en la que instaron a que a través de este encuentro de París la cumbre del G20 del 3 y 4 de noviembre haga de la creación de empleo de calidad "una prioridad".

En eso coincidieron con los sindicatos, invitados también a la cita de la capital francesa, que solicitaron a los gobiernos de este grupo que den a la recuperación económica y al empleo la misma prioridad que se había dado para el rescate del sistema bancario al inicio de la crisis.

Para la OCDE y la OIT dos dimensiones claves de la "grave preocupación" que les causa la situación del mercado de trabajo es el paro juvenil, que duplica o triplica -según los países- y llega al 46 % en España o al 60 % en Sudáfrica, y el desempleo de larga duración, que amenaza con enquistarse a niveles muy elevados y favorecer la marginación social.

Las recetas que ofrecen varían según las condiciones de cada país:

Para los países que siguen conservando perspectivas de fuerte crecimiento, el objetivo es promover "empleos de calidad y reducir la informalidad"; para los que tienen margen fiscal, invertir en infraestructuras; para los que no disponen de fondos suplementarios, centrarse en las medidas más efectivas en términos de costos y en los grupos más vulnerables.

La cobertura de la protección social es uno de los grandes retos en la actual coyuntura sombría y a ese respecto la OCDE y la OIT han tomado partido por su refuerzo a la vista del papel que le atribuyen no sólo para combatir la pobreza, sino también para lograr un crecimiento económico más eficiente por incluyente y sostenible.

En esa línea va el informe encargado a la expresidenta chilena Michelle Bachelet y presentado en París, que propugna la instauración de unas bases de protección social adaptadas a cada país, asumible para la mayor parte a condición de su construcción progresiva.

La presidencia francesa del G20 debe presentar mañana por la tarde las conclusiones de esta ministerial, y su objetivo declarado es obtener "resultados concretos" en cuatro puntos.

Esta línea de acción consiste en poner el empleo en el centro de las estrategias económicas, aumentar la protección social con unas bases adaptadas a cada país, promover la aplicación efectiva de los derechos laborales y reforzar la coordinación de las políticas y de la acción de las organizaciones internacionales.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ofrecerá con motivo de esta reunión un discurso en el Elíseo esta tarde.