Según KPMG y CEOE

El 54% de empresas crecerá por fusiones y adquisiciones para sortear un año incierto

Los inversores, que miran con cautela 2023, esperan una reactivación de las operaciones a lo largo de la segunda mitad del año y planean acudir a este mecanismo para lograr mayor crecimiento y diversificación.

El 54% de empresas crecerá por fusiones y adquisiciones para sortear la incertidumbre
El 54% de empresas crecerá por fusiones y adquisiciones para sortear la incertidumbre
Pixabay / adamr

En un contexto de inflación, de contención del consumo de los hogares, de fuerte incremento de los costes de financiación -que seguirán al alza en la medida en que el Banco Central Europeo prevé seguir adelante con las subidas de los tipos de interés-, y de restricción del crédito por este mismo motivo y por las turbulencias financieras, un 54% de las empresas españolas prevé crecer vía fusiones y adquisiciones para sortear los efectos de la incertidumbre. Esta es la principal conclusión del informe Perspectivas España 2023, elaborado por KPMG en colaboración con CEOE, que recoge las conclusiones de una encuesta a más de 1.100 directivos españoles que han respondido al cuestionario sobre M&A.

Los aspectos macroeconómicos que han marcado el contexto internacional a raíz de la guerra en Ucrania, provocaron el pasado ejercicio una ralentización de este mercado. Los inversores miran con cautela 2023, pero todo apunta a que habrá una reactivación de las operaciones durante la segunda mitad del año, dado que directivos españoles tienen entre sus planes acudir este mecanismo como modo de lograr un mayor crecimiento y diversificación. Entre los retos que los empresarios perciben en el más corto plazo está la creación de estructuras de valoración que acerquen posiciones entre vendedores y compradores, las operaciones en las que la financiación no sea el eje del acuerdo, los private equities (capital inversión) enfocados en invertir y gestionar su cartera, y empresas que tan solo desinvierten en activos que no son estratégicos para obtener, de este modo, la liquidez necesaria. 

Frente a estos desafíos, los directivos también atisban oportunidades, como el hecho de que "algunos buenos activos adquirirán precios interesantes, gracias a la corrección en las valoraciones", sostiene el informe. A lo largo del pasado ejercicio y contra todo pronóstico, la actividad de fusiones y adquisiciones se se mantuvo pese a la incertidumbre. Así y aunque disminuyó el número de grandes acuerdos, no sucedió lo mismo en el 'middle market'. En principio, esta tendencia se mantendrá los próximos meses, en los que las empresas valorarán la posibilidad de realizar adquisiciones y tienen en su radar la búsqueda de buenas oportunidades, en su mayor parte, para crecer en nuevos mercados o entrar en nuevas líneas de negocio. 

Un 25%, de hecho, considera que habrá buenas oportunidades en este sentido. En general, todo apunta a una primera mitad de año más tranquila, con un mayor movimiento en el segundo semestre, que será el momento en que el mercado tendrá más claros los impactos por la subida de tipos. Ante un escenario como el actual, cobran relevancia operaciones como la joint venture (alianza comercial o estratégica) como modo de crecer de forma inorgánica, al tiempo que se reducen los riesgos y se facilita la entrada a nuevos segmentos de negocio, compartiendo sinergias y siendo más fácil obtener financiación, un aspecto esencial, dado que tras años con los tipos muy bajos, las empresas se enfrentan deben acudir a mercados mucho más estrictos y caros para poder financiarse.

Esperar a ver el impacto del alza de tipos

"Algunos actores van a dejar pasar un poco el tiempo para poder ver qué evolución tienen algunas variables, como las subidas de tipos. A pesar de ello, los fondos van a seguir estando muy activos en operaciones, apoyando a sus participadas para hacerlas crecer", apunta Jaime Muñoz, socio responsable de Transaction Services de KPMG en España. Desde su punto de vista, es un buen momento para que las compañías se centren en su competencia esencial y dejen a un lado negocios secundarios que pondrán en venta. "En los próximos meses veremos ventas de unidades productivas de grandes compañías", avanza Muñoz.

Esa venta de activos no estratégicos (que prevén llevar a cabo el 62% de los directivos este año) les ayudarán a encontrar liquidez con la que financiar su crecimiento sin tener que recurrir a que la compañía se apalanque. No obstante, en muchas ocasiones, los vendedores tendrán que decidir entre reducir sus retornos o retrasar sus procesos de venta. Las empresas que planean realizar desinversiones durante 2023 tienen en cuenta ambas premisas, según el documento. De manera secundaria se encuentran otras opciones como la aparición de una ventana de inversión, capitalizar valoraciones, poner en marcha una sucesión empresarial o las propias exigencias regulatorias. Por último y también en línea con el objetivo de conseguir liquidez, algunos directivos apuntan a razones como reducir deuda acumulada tras la Covid-19, conseguir capital para crecer o centrarse en el desapalancamiento de la propia compañía.

En cualquier caso, la dificultad para hacer previsiones hará que los inversores se muevan con mucha cautela. La liquidez que hay en el mercado en la actualidad se moverá en busca de buenos activos a buenos precios. La financiación de operaciones se ha encarecido, no obstante, sigue activa y, de hecho, en el informe constatan que la banca mantienen su apetito por apoyar el M&A, a pesar de que se haya producido una reducción de grandes acuerdos que conllevan un elevado volumen de deuda. Un gran número de empresas se ven obligadas reestructurar su deuda tras la pandemia (los préstamos ICO son algunos ejemplos de ello). 

A pesar de que la renegociación con el banco principal es la opción que más barajan los altos directivos, dado que un 69% se decanta por esta opción, este tipo de operaciones puede dar lugar a otras, como la entrada de nuevos inversores que aporten liquidez para hacer frente a los vencimientos. Tras esta opción se sitúan la de recurrir a un préstamo sindicado (20% de los encuestados optarían por ella), la emisión de bonos (15%) o los fondos de deuda (10% de los empresarios), si bien, todas ellas distan mucho de la primera. Otras opciones planteadas son llevar a cabo una ampliación de capital, la venta de una participación o dar entrada a un fondo de capital riesgo, entre otras.

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