Los préstamos de la UE en juego 

España acelera la negociación de la adenda con Bruselas con la investidura en el aire

La Comisión pactó con Economía aplazar al 6 de septiembre la fecha límite para su evaluación del documento que permite a España optar a los 90.000 millones de los Next Generation y a 2.600 del mecanismo REpowerEU.  

Nadia Calviño, ÚIrsula von der Leyen, Josep Borrel y Pedro Sánchez
Nadia Calviño, ÚIrsula von der Leyen, Josep Borrel y Pedro Sánchez
Europa Press

A veinticuatro horas de que termine la ampliación del plazo que la Comisión Europea se dio en agosto para evaluar la adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el Gobierno en funciones sigue trabajando en la negociación con el Ejecutivo Comunitario, según confirman fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos. El objetivo es recibir luz verde por parte de Bruselas a la hoja de ruta diseñada y "dejar encauzado" cuanto antes el programa de inversiones. Esto, mientras en el plano político España sigue pendiente de la formación del nuevo Gobierno y avanza hacia un proceso de investidura incierto, con un primer debate a finales de mes (26 y 27 de septiembre) para el que el candidato Alberto Núñez Feijóo no cuenta, en principio, con los apoyos necesarios. 

Las dificultades del calendario y la incertidumbre política hacen cada vez más factible el escenario de una nueva prórroga de las cuentas públicas, sobre todo ante la imposibilidad de saber la fecha exacta en la que Pedro Sánchez recibiría el encargo del Rey de formar Gobierno y en la que acudiría a una nueva votación en el Congreso de los Diputados. La vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, aseguró recientemente que, aunque los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en vigor se prorroguen el año que viene podrán seguir canalizándose los fondos europeos asociados al Plan de Recuperación.

La decisión de Bruselas de darse un tiempo 'extra' para analizar la adenda y seguir negociando las modificaciones oportunas con el Gobierno en funciones se tomó en realidad de mutuo acuerdo, como avanzó La Información, y responde, no solo a la coyuntura política, sino también y sobre todo al hecho de que España ha venido siendo el alumno aventajado a la hora de cumplir los compromisos con las autoridades comunitarias para poder recibir los sucesivos desembolsos de los fondos europeos. De hecho, envió la adenda casi tres meses antes de que concluyera el plazo que Bruselas le había marcado para ello y que expiraba el pasado 31 de agosto -el documento fue remitido el 6 de junio-. 

Ahora está por ver si el texto incorpora cambios de calado y en qué dirección van. Ante la subida vertiginosa de los tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) ha tenido que aplicar para controlar la inflación, los préstamos a cargo de los NGEU permitirán al Estado obtener financiación a un menor interés que la del Tesoro Público y con plazos de amortización más largos. Esto será clave cuando España, como el resto de socios europeos, deberá ceñirse nuevamente a las reglas fiscales (las metas de déficit y deuda) y seguir adelante con el proceso de consolidación fiscal, puesto que desde el próximo 1 de enero dejará de estar vigente la cláusula de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

España copa dos tercios de los nuevos préstamos solicitados

Los gobiernos europeos ya han solicitado 292.600 millones de euros, el 76%, de los préstamos a los que podían optar del programa Next Generation -un total de 386.000 millones a precios corrientes-. El pasado jueves 31 de agosto finalizó el plazo que tenían los Veintisiete para pedir su parte de los créditos. Desde su puesta en funcionamiento en 2021 el Ejecutivo comunitario ha desembolsado 165.400 millones en préstamos para siete países; a estos se suman otros 127.200 millones que han sido solicitados en los últimos meses por otros diez Estados tras revisar sus respectivos planes de recuperación, y entre ellos se encuentra España.

Antes de las elecciones generales del 23 de julio, el Gobierno presentó a Bruselas la adenda al plan de recuperación para incluir 10.300 millones de euros más en subvenciones que le correspondían una vez actualizadas las asignaciones nacionales, junto a los 84.000 millones en préstamos a los que tiene derecho. De este modo, España copa dos tercios del volumen de nuevos préstamos solicitados, mientras que el otro tercio se reparte entre Grecia, Polonia, Portugal y Eslovenia, que ya habían pedido créditos previamente, pero han solicitado más; así como entre Bélgica, República Checa, Croacia, Lituania y Hungría, que como España los han pedido por primera vez.

A la espera de conocer la cifra definitiva de préstamos asignados, Italia quedaría como principal país receptor de los Next Generation (122.602 millones), por delante de España (84.267 millones) y Polonia (34.541 millones). En una reunión que Nadia Calviño mantuvo el lunes con los responsables de las principales entidades financieras del país, el Gobierno en funciones y la banca acordaron trabajar conjuntamente para poner en marcha antes de final de año un mecanismo que permita canalizar estos préstamos europeos.

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