Las continuas olas de calor están provocando un giro sorprendente en la industria turística. El norte del país le está robando protagonismo durante el periodo estival a las zonas de playa del Levante y Andalucía. La gente huye de las sofocantes temperaturas de estas zonas en busca de los paisajes verdes y los ambientes frescos de las regiones atlánticas españolas, por más que la costa del Mediterráneo y el sol y playa sean siempre lo más masivo en afluencia de turistas en nuestro país. Dejando a un lado el caso de Canarias y Baleares, que siempre crecen en periodo estival, los datos que han recogido las agencias de viajes con agosto en su recta final, comparando con la situación previa a la pandemia, demuestran que el aumento de turistas es significativamente mayor en las ciudades del norte y centro de España que en la costa Mediterránea.
El pasado mes de julio se convirtió en el mes más caluroso desde que existen registros. La temperatura mundial se elevó en 0,72°C por encima del promedio para el mes de julio, superando en 0,33ºC el récord previo establecido en el séptimo mes del año de 2019. El calentamiento oceánico también ha establecido nuevos registros, manifestándose en múltiples olas de calor en los mares, especialmente en el Mediterráneo y en otras áreas. Esta misma semana afrontamos otra ola de calor -tal vez la última del año- antes de que cambie poco a poco el tiempo.
La pandemia y el cambio climático han provocado que las ciudades del norte estén ganando mucho peso en la afluencia de turistas, sobre todo nacionales, que buscan más calidad y menos cantidad de turistas alrededor. A pesar de que el Levante español sigue sumando las cifras más altas, aún no ha conseguido alcanzar niveles previos a la Covid, en parte por el crecimiento turístico que está experimentando las zonas septentrionales de España.
''Hemos notado que los españoles buscan zonas del norte debido a las continuas olas de calor'', afirma José Manuel Lastra, vicepresidente ejecutivo de la Confederación Española de Agencias de Viajes. Los viajeros buscan el refugio de temperaturas suaves, la cultura gastronómica, el turismo interior, y alejarse de las aglomeraciones que se dan en la costa Mediterránea.
Según datos publicados por Datamania, toda la costa española Atlántica ha registrado un aumento significativo de turistas. A Coruña es la provincia que mayor crecimiento ha experimentado desde 2019, con un incremento del 19% respecto al número de visitantes. La siguen Lugo y Asturias como áreas donde el incremento de viajeros es superior al 10% respecto al año previo a la pandemia. En la misma línea están Cantabria y el País vasco que han experimentado un incremento del 7% y 5% respectivamente.
En el lado opuesto está el litoral del Mar Mediterráneo. Destaca el caso de Málaga que desde 2019 ha perdido cerca del 20% de viajeros. No ha conseguido recuperar todo el turismo, a pesar del crecimiento económico que ha experimentado la provincia en los últimos años. La siguen Granada y Almería. Las únicas zonas que mejoran cifras son Alicante con un crecimiento del 1% y Girona con un 2%.
En cuanto al turismo de los residentes nacionales dentro del país, alcanzan cerca del 90% de los viajes totales, según el INE. La plataforma de Free Tour Guruwalk informa que Barcelona es la ciudad que más turistas recibe, seguido de Madrid. En el siguiente escalón se encuentran Bilbao y Santiago de Compostela. La duración de los viajes se ha reducido. ''La inflación ha provocado que viajes que antes duraban 10 días, hoy solo sean de 6'', comenta José Manuel Lastra.
Los archipiélagos mantienen la misma línea que dejaron antes de 2020. Siguen siendo los mayores atractivos turísticos estivales en España. La variación de viajeros entre junio de 2019 y 2023 ha sido muy positiva. En Santa Cruz de Tenerife el número de visitantes ha registrado un crecimiento del 4,9% y en Las Palmas un 6,9%. Las Islas Baleares incrementaron la cifra en un 12%.
Más aportación al PIB
Aunque pueda ser una tendencia pasajera, es un hecho que las olas de calor están transformando el turismo español, impulsando los desplazamientos al norte de España y reduciéndose hacia el Mediterráneo. Esto también se puede observar en el resto de Europa, donde están aumentando los viajes hacia países del norte como Irlanda, Escocia, Noruega... Según la Comisión Europea de Viajes el turismo ha caído un 10% en los países del Mediterráneo respecto a 2022. Sin embargo, los expertos coinciden en que, aunque cambiar el tipo de turismo que se realice en el país, España seguirá siendo una potencia en el sector.
El sector turístico, a pesar del aumento de la temperatura, sigue siendo uno de los grandes motores económicos de España. Según el informe anual de impacto económico del Consejo Mundial de Viajes y Turismo se espera al finalizar el 2023 que el turismo aporte al Producto Interior Bruto el 14,6%, un 3,2% más de lo que supuso en el año 2019, previo de la Covid. Sin embargo, algunos mercados tradicionales están cayendo, en especial el de Reino Unido que da síntomas de debilidad, manteniéndose aún un 6,5% por debajo de los niveles de 2019 en los primeros cinco meses de 2023, según el Informe Sectorial de Turismo 1S 2023 de CaixaBank Research. Las altas temperaturas, sumado a la situación macroeconómica que vive el país, ha provocado esta caída. El mercado alemán y el francés muestran también fragilidad.
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