Excepto fútbol, tiro, golf...

La mayoría de federaciones deportivas necesita dinero público para subsistir

El deporte federativo sobrevive a fuerza de subvención, con solo nueve asociaciones con dependencia de las ayudas del Estado inferior al 30%. La nueva Ley del Deporte estrecha el control de cada organismo.

Saúl Craviotto en el K1 200 de los Juegos Olímpicos de Tokio
La mayoría de federaciones deportivas necesita dinero público para subsistir.
COE

Puede que la piragua de tu vecino se haya pagado entre todos. La federación de piragüismo es la que más depende de las subvenciones del Consejo Superior de Deporte (CSD) para sobrevivir, hasta un 88% de sus ingresos proceden de dinero público. Aunque este es el caso más paradigmático del sector, no es una excepción: solo nueve federaciones, contando la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), cuentan con una dependencia a las subvenciones estatales inferior al 30%.

En 2021, el CSD repartió a las federaciones deportivas españolas subvenciones de gasto corriente por valor de 79 millones de euros, una cifra que para algunos es poco y para otros mucho. La Asociación del Deporte Española (Adesp) reclama que hay que incrementar el presupuesto para el deporte español para conseguir más medallas. En concreto, la asociación reclama hasta cien millones de euros más en subvenciones para estar a la altura de los países vecinos.

La inversión en el piragüismo, por lo menos, sí se ha traducido en triunfos. El mundial celebrado en la ciudad canadiense de Halifax en verano de 2022 fue la mejor actuación de España en su historia, quedando primera en el medallero con ocho reconocimientos. El año anterior a los triunfos en el lago canadiense, la federación de atletas como Saúl Craviotto y Carlos Arévalo recibió 5,6 millones de euros de subvenciones entre las ayudas del CSD y las del programa ADO, que prepara a los deportistas para la cita olímpica.

La subvención estatal supuso un 88% del presupuesto total de la federación, que asciende a 6,4 millones de euros. De cerca en grado de dependencia le sigue la esgrima, que en 2021 recibió 1,3 millones de euros de subvenciones, un 85% de su presupuesto. La disciplina no es uno de los filones de España para hacerse con medallas, históricamente, solamente cuenta con un bronce olímpico ganado por José Luis Abajo ‘Pirri’ en Pekín 2008.

Entre las federaciones españolas con una mayor dependencia al dinero público, la Natación es la que cuenta con una partida más abultada, con 7,2 millones de euros de subvenciones, un 76% de su presupuesto. A pesar del empujón presupuestario, la natación firmó el mayor fracaso de la natación española moderna en el mundial de 2022. Una actuación salvada con una medalla de bronce in extremis obtenida por el equipo de natación artística.

En el otro lado de la balanza, y más allá del fútbol, que cuenta con la mayor partida presupuestaria de las federaciones, deportes como el golf, el tiro o el automovilismo son de los menos dependientes. La RFEF, a pesar de ser la federación que más recibe del erario, hasta 8,6 millones de euros, es la menos dependiente, con un 2,4% de su presupuesto. Además, gran parte de la financiación pública va dirigida a fútbol femenino y fútbol semiprofesional. En el caso del baloncesto, la dependencia a las ayudas asciende al 16,5%. Desde el CSD se aportó a uno de los deportes más populares en España 3,8 millones de euros.

El tiro, con un presupuesto más reducido, de 266.385 euros, apenas recibe un 9,3% de soporte público. Por su parte, el golf, con un presupuesto más abultado, de hasta 10,4 millones de euros, apenas recibe un 11,9% de dinero público. Algo parecido ocurre en el automovilismo: cuenta con un presupuesto de 7,2 millones de euros, de los que un 14,8% proviene de las arcas públicas.

La Ley del deporte cambia las reglas del juego

Tras meses de negociaciones, el 1 de enero de 2023 entró en vigor en España la nueva Ley del Deporte, que sustituye la legislación que databa de 1990. El nuevo reglamento prevé la creación de una comisión de control económico de las federaciones, de las que la propia federación puede llevar su dirección ejecutiva.

Este órgano se compone de un máximo de cinco miembros “independientes e imparciales”, según apunta la propia ley, que tengan experiencia de carácter económico, financiero y de auditoría. Además, las ligas profesionales se verán obligadas a trazar un plan de control económico “previniendo la insolvencia de entidades que participan en la competición”. La nueva ley echa al cerco a las federaciones para ejercer con más herramientas el control financiero, aunque desde algunos sectores se apunta que condena a las federaciones a una dependencia más férrea del dinero público.

La dependencia federativa de dinero público se ha puesto en el foco del debate también fuera de España, aunque pocos son los casos en los que el soporte público es reducido. En toda Europa, solo el fútbol es independiente, aunque existen otros casos de éxito financiero como el voleibol en Italia y el tenis en Francia.

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