Quiere mejorar su gestión 

El fútbol sala se apunta al profesionalismo en busca de recursos y de derechos de TV

Patronal y federación llevan meses protagonizando un crudo tira y afloja para que la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) siga los pasos del fútbol femenino y el balonmano y se convierta en profesional.  

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El fútbol sala se apunta al profesionalismo en busca de recursos y de derechos de TV. 
Nerea de Bilbao (Infografía)

Después del paso realizado por la Liga F y Asobal, la liga nacional de fútbol sala busca su hueco en la profesionalización para aumentar recursos y recuperar derechos, aunque con la negativa frontal de la RFEF y el peligro de perder la gestión de la competición.

El futsal quiere hacerse mayor. Patronal y federación llevan meses protagonizando un crudo tira y afloja para que la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) siga los pasos del fútbol femenino y el balonmano y se convierta en profesional, una medida que desde la competición aseguran que repartiría entre cuatro y cinco millones de euros para los clubes sólo en ventas de derechos audiovisuales. Para conseguirlo la LNFS va a contrarreloj: cuando finalice esta temporada la gestión de la competición y los derechos audiovisuales regresaran a la Real Federación Española de fútbol.

La disputa ha llegado hasta el Congreso de los Diputados, donde PSOE y Podemos votaron en contra de la moción presentada por el PP para impulsar la profesionalización desde Consejo Superior de Deportes (CSD). Los dos partidos de gobierno se alinearon con la Real Federación Española de Fútbol (Rfef), alegando que “están a favor de la profesionalización de todas las competiciones que sean necesarias, pero hay que trabajar en los consensos”, una situación a la que no han llegado patronal y federación. Ambos organismos protagonizaron durante el pasado año un sinfín de encontronazos por los estatus de la competición, los derechos audiovisuales y su gestión.

“Una campaña de persecución y hostigamiento obscena, utilizando de manera torticera y espuria al colectivo arbitral y a los comités federativos para sancionar a los clubes, con la única finalidad de amedrentarles y extorsionarles”, llegó a señalar la LNFS en un comunicado. Por su parte, desde el PSOE se aseguran que la unidad de los clubes para pasar al profesionalismo no es tal. “Los principales clubes de esta competición están totalmente en contra, muchos clubes se han puesto en contacto con el CSD para manifestar su temor por esa iniciativa y la Asociación de Jugadores ha manifestado estar totalmente en contra de esta petición”, aseguró el pasado 15 de marzo el diputado socialista Javier Antón.

Actualmente, los derechos de la competición están adjudicados a LaLigaSportsTV, la OTT de LaLiga, y en 2022-2023 la entidad prevé repartir 1,4 millones de euros a los clubes por este concepto: 105.000 euros para cada equipo de la Primera División y 37.000 euros para los de la Segunda división. Esa cifra podría multiplicarse por tres si se llegara al profesionalismo, según cálculos de la patronal. A ello habría que sumarle la venta de los naming rights, que la Lnfs calcula que podría ascender a un millón de euros más.

En total, la patronal calcula que se cuadruplicarían los recursos, lo que llevaría a un mayor reparto a los clubes y más dinero en el circuito profesional para que llegara a jugadores, entrenadores o árbitros, además del personal dedicado a la gestión. De hecho, el presidente de la LNFS describió la medida como “cerrar un ciclo” y la única opción para evitar “un tope” en su crecimiento. Desde la patronal señalan que el profesionalismo se traduciría en una mayor inversión la estructura de la competición “el primer eslabón para crear un círculo virtuoso del futsal”.

“Ante la competencia en el mercado actual del patrocinio, sólo sobreviven los muy profesionales o disruptivos con conocimiento muy preciso de los nichos más atractivos para las marcas”

A pesar de que todos los clubes votaron a favor el pasado 7 de julio, la medida se ha encallado ante la negativa del CSD y el calendario corre en su contra: el 30 de junio vence el contrato de cinco temporadas con LaLigaSportsTV y la patronal tendrá que volver a negociar con la Real Federación Española de Fútbol, que puede quedarse entonces con la gestión de los  derechos y la organización de la competición en lugar de cederla a la patronal, algo que puede evitarse si se hace profesional.

Otra gran fuente de ingresos que puede sufrir variaciones con el profesionalismo es la del patrocinio. “Ante la competencia en el mercado actual del patrocinio, sólo sobreviven los muy profesionales o disruptivos con conocimiento muy preciso de los nichos más atractivos para las marcas”, apuntan desde la LNFS. En la temporada actual, el futsal ha conseguido reducir su dependencia al patrocinio local un 7,3%, hasta 191 acuerdos, pero sigue siendo la mayor fuente de ingresos de la competición, con 191 acuerdos de los 389 firmados. Aunque también hay grandes marcas que han puesto su nombre junto al del deporte: Coca-Cola y Joma cuentan con seis acuerdos cada uno, las que más.

Un punto de debate para inclinarse o no hacia el profesionalismo es el de las subvenciones públicas. Desde la federación apuntan que se pueden perder en caso de hacerse profesionales, pero la patronal añade que se puede seguir captando dinero de la Administración con patrocinios, convenio de colaboración o publicidad. En esta temporada, los patrocinios institucionales fueron el segundo mayor grupo por inversión en la liga, con 26 acuerdos, un 6,7%. De hecho, la Junta de Andalucía y la Diputación de Ciudad Real están en el top 5 de patrocinadores de la competición.

En total, la LNFS cerró el ejercicio 2021-2022 con unos ingresos de 2,1 millones de euros, lo que supuso un descenso del 2,4% frente a la temporada anterior y cerró con unas pérdidas de 50.000 euros. El 65% de los ingresos de la entidad provinieron de los derechos audiovisuales, un 25% de patrocinio, y el resto, de otros ingresos como asesoramiento u otras actividades deportivas.

El profesionalismo está de moda 

El deseo del fútbol sala no es particular. La última en añadirse ha sido la liga Asobal de Balonmano. Desde este marzo, los pabellones ya cuentan con lonas que tapen los fondos, se presentan a los equipos antes de los partidos y los jugadores hacen un saludo en abanico, como señal de que alguna cosa ha cambiado en la competición.

Con la profesionalización de este deporte, desde el CSD señalaron que aumentaría su impacto mediático, fomentaría la innovación, las infraestructuras, la tecnología y la internacionalización. Por ahora, el profesionalismo ha servido a la liga Asobal para vender sus naming rights a Plenitud, energética del grupo italiano Eni, por 1,8 millones de euros hasta la temporada 2024-2025. Aunque las fuentes de ingresos de patrocinios no han cambiado mucho en el último año: la cuota de patrocinio local ha caído tres puntos básicos, pero sigue siendo la mayoría, un 53%. También se ha quedado sin mucho cambio el patrocinio institucional, que alcanza un 8,6% este año, frente al 8,1% de la temporada anterior.

Junto a Asobal, sólo son profesionales tres competiciones en España: la Primera y la Segunda división de fútbol y la Liga F, que estrenó el estatus también en la temporada 2022-2023. Con este paso, la liga femenina fútbol firmó acuerdos de derechos audiovisuales, comerciales y armó una estructura.

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