Garamendi aborda el primer retoque a la cúpula, pero dilata el fichaje de Báñez

  • Miguel Garrido (CEIM) y Lorenzo Amor (ATA) se incorporarán como vicepresidentes y se espera el nombramiento de al menos una nueva vicepresidenta.
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi / EFE
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi / EFE

Antonio Garamendi someterá este miércoles a los principales órganos de dirección de la CEOE, el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva, a la primera fase de la reestructuración de la cúpula de la organización que pretende abordar durante su mandato y cuyo paso preliminar tuvo lugar en la Asamblea General del pasado 4 de julio, cuando se aprobó la reforma de los Estatutos de la confederación empresarial.

Se espera que mañana se despejen varias incógnitas sobre las vicepresidencias vacantes, si bien todo apunta a que el que iba a ser el fichaje estrella de la nueva temporada, la exministra de Empleo del Gobierno de Mariano Rajoy, Fátima Báñez, se va a dilatar en el tiempo, mientras Garamendi termina de diseñar un aterrizaje que resulte más digerible para los miembros de la organización que han manifestado su oposición frontal a esta incorporación desde el primer momento.

Uno de los cambios que se aprobó en julio fue la ampliación del número de Vicepresidencias de la organización, que pasó de cinco -cuatro vicepresidentes designados por el presidente más la Vicepresidencia 'nata' de Cepyme- a un máximo de diez. El día de su investidura por aclamación como nuevo presidente de CEOE en sustitución de Juan Rosell Garamendi se comprometió a garantizar la paridad en la cúpula de la patronal con un reparto equitativo de Vicepresidencias. Hasta el día de hoy, la organización empresarial ha tenido cuatro vicepresidentes y una única vicepresidenta, Pilar González de Frutos, la presidenta de Unespa.

Lo que todas las fuentes consultadas dan por seguro es que el próximo miércoles se oficializará la incorporación como vicepresidentes de CEOE del nuevo responsable de la patronal madrileña CEIM, Miguel Garrido, en sustitución de Juan Pablo Lázaro, y del histórico presidente de la organización de autónomos ATA, Lorenzo Amor, que el pasado mes de enero rubricó su integración en CEOE.

Y lo que todas las fuentes consultadas esperan también es que Garamendi revele al menos el nombre de una de las nuevas vicepresidentas que en su día garantizó que tendría la organización. Cerrada al 100% la opción de que la ex ministra de Trabajo, Fátima Báñez, fuera una de ellas, tres son los nombres que más aparecen en las conversaciones con miembros de la Junta Directiva de la patronal sobre las posibles candidatas: el de Helena Antolín, vicepresidenta de Grupo Antolín y desde hace unos meses miembro del Comité Ejecutivo de CEOE por designación presidencial; el de Carmen Planas, presidenta de la patronal balear CAEB; y sobre todo el de Val Díez, directora de la patronal de la perfumería y la cosmética Stanpa y actual presidenta de la Comisión de Igualdad de CEOE.

Queda por despejar, por tanto, la incógnita de la exministra. Como se informó en estas páginas, la intención inicial de Garamendi era incorporarla de forma directa a la estructura directiva de CEOE. Se comentó que ya tenía incluso un despacho asignado en la planta octava de Diego de León, al lado del presidente, y se habló de un sueldo en el entorno de los 200.000 euros anuales. Pero fuentes de la patronal revelan que la contestación interna que generó aquel movimiento ha llevado al presidente a descartar un puesto ejecutivo para Báñez y en estos momentos la sitúan fuera de la estructura directiva de la organización como personal en nómina, en todo caso en calidad de asesora externa.

"Debilidad" de Garamendi

De momento, en el orden del día de la que será la primera reunión de alto nivel de la patronal en este curso no aparece la incorporación de la exministra. Sin duda, será un tema a tratar en los pasillos, como ya sucedió en alguna de las juntas celebradas antes del verano, según revelan fuentes empresariales. Las mismas creen que el fichaje está cerrado, pero Garamendi está dilatando la comunicación en los canales oficiales de la organización por todo el ruido generado. 

Otras fuentes de organizaciones sectoriales advierten de que Garamendi "está atravesando un momento de debilidad en su mandato". Hay que recordar que, coincidiendo con la reforma estatutaria que duplicó las vicepresidencias, se elevó hasta 55 el número de vocales del Comité Ejecutivo, sin incluir presidentes y vicepresidentes, y hasta 255 los que componen la Junta Directiva. En paralelo, y por primera vez desde la crisis, la CEOE subió las cuotas a sus socios, otro movimiento que generó una gran contestación interna. Así las cosas, estas fuentes insisten en que en estos momentos el presidente de la patronal "tiene poco margen de maniobra" para adoptar "decisiones personales" como incorporar a Báñez a la cúpula. Todo apunta a que la exministra asumirá un papel secundario.

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