Garzón advierte que EE.UU. tiene una obsesión intervencionista sobre internet

  • El exjuez español Baltasar Garzón defendió hoy que "EE.UU. tiene una obsesión intervencionista o de control sobre internet bastante mediatizada por los problemas de seguridad nacional" que alega.

San Juan, 17 nov.- El exjuez español Baltasar Garzón defendió hoy que "EE.UU. tiene una obsesión intervencionista o de control sobre internet bastante mediatizada por los problemas de seguridad nacional" que alega.

"No puede estarse de acuerdo con que la seguridad nacional lo sea todo. Y eso es un riesgo evidente hoy día", advirtió el jurista durante una mesa redonda organizada con motivo de la celebración de la XVII Asamblea Plenaria del Foro Latinoamericano de Entes Reguladores de Telecomunicaciones (Regulatel).

Garzón, que en la actualidad ejerce como representante legal de WikiLeaks y de su fundador, Julian Assange, recordó que "hace unos años no había una sensación de urgencia de intervención en el ámbito de internet" que ahora EE.UU. sí tiene, lo que pone en peligro el respeto a otros derechos de la ciudadanía.

En contraposición, aseguró que en Europa "se está avanzando mucho" y citó el hecho de que se esté redactando una carta de derechos y deberes de los usuarios de internet.

"Probablemente el Parlamento Europeo va a ser el foco más progresista y más progresivo que va a haber en este ámbito", defendió el jurista, quien aseguró que "sin lugar a dudas" el ciudadano europeo es "mucho más consciente" que el estadounidense de cuáles son sus derechos en el ámbito del acceso a la información y la privacidad.

Al respecto, apuntó que "no es casualidad que la primera sentencia que haya salido haciéndose eco del derecho al olvido -que uno pueda reclamar que se borren de internet informaciones que pueden ser falsas- haya sido del Tribunal de las Comunidades Europeas".

En Europa "se tiene más conciencia de cuáles deben ser los límites", defendió.

"Se pelea más frente a las grandes empresas de distribución de información y demás" que en EE.UU, explicó.

Por ello, expresó su esperanza en que la visión europea y la que se observa también en algunos países de América Latina prime sobre la estadounidense en la regulación internacional que tarde o temprano llegará de Naciones Unidas.

"Yo espero que sí, lo que ocurre es que si ya Obama se inclina por esta tendencia, no quiero ni pensar lo que va a ocurrir cuando acabe su periodo y eventualmente no sean los demócratas los que gobiernen en EE.UU.", añadió.

A su entender, en ese caso "la capacidad de intervención en algunos ámbitos va a ser mucho mayor", aunque aclaró que también hay esferas que no están estrictamente relacionadas con la seguridad nacional en las que en EE.UU. "se produce el fenómeno contrario".

"La posición europea yo creo que es la más racional y sin lugar a dudas la que va a ir avanzando. No creo que el planteamiento de EE.UU. se imponga al final", dijo Garzón, que advirtió que no se puede olvidar a China ni Rusia, que tienen derecho de veto en Naciones Unidas.

En opinión de quien se hiciera internacionalmente famoso por cuando en 1998 emitió una orden internacional de arresto contra el exdictador chileno Augusto Pinochet, en la actualidad Argentina es el país que más está avanzando en este sentido.

"Ha establecido toda una normativa que además ha sido avalada por la Corte Suprema de Argentina y por el relator de la ONU para la Libertad de Expresión que hace un reparto de todo el ámbito de la comunicación".

En su opinión, "sin controlar contenidos, establece mecanismos para descubrir si existe un control sobre ellos y trata de repartir el derecho de acceso a la información".

"En el modelo argentino había zonas del país a las que por interés comercial nunca había llegado ningún medio de comunicación y ahora están llegando precisamente por ese reparto", explicó el exjuez, que ve en Argentina potencial para ser un referente en ciertas cuestiones de regulación, pese a la "gran confrontación" que se ha desatado en ese país a causa de esta iniciativa.

En ese sentido, explicó que es un modelo que "no ataca" la libertad de acceso a la información y los contenidos, sino que, en todo caso, "ataca al monopolio que de hecho podía haber en torno a los medios de comunicación".

"Se ha distribuido la posibilidad de que esa comunicación llegue a más sitios", dijo el exjuez, quien valoró esta solución ante el dilema que existe en todo el mundo de anteponer el derecho de acceso a la información al interés mercantil del que lo suministra.

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