Hacienda recupera a la inspectora cesada por la sanción a Cemex en la era Montoro

  • Pone al frente de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional al ex director de Inspección, Luis Jones, reconocido defensor de la amnistía fiscal.
El Gobierno nombra director general de la Agencia Tributaria a Jesús Gascón
El Gobierno nombra director general de la Agencia Tributaria a Jesús Gascón

El nuevo equipo de la Agencia Tributaria, dirigido por Jesús Gascón, ha designado como Jefa de la Oficina Técnica de Control Tributario de la Delegación de Grandes Contribuyentes a Dolores Linares, la inspectora de Hacienda cesada de forma fulminante por la Dirección General de la Agencia Tributaria a finales del año 2013 por las supuestas discrepancias de criterio surgidas en torno a la tramitación y resolución de una sanción fiscal de 455 millones de euros impuesta a la poderosa cementera meximana, Cemex

Curiosamente, Linares ha reingresado en la misma oficina en la que trabajaba, entonces como jefa adjunta, cuando le tocó evaluar la actuación del inspector actuario del caso Cemex tras el recurso de la compañía. La Oficina Técnica de Control Tributario de la Delegación de Grandes Contribuyentes tiene como misión asesorar a los inspectores actuarios en sus actuaciones cotidianas, especialmente en aquellas que encierran que cierta complejidad, al objeto de garantizar la adecuación de las mismas al criterio-guía de la Inspección en cada caso. Linares resolvió en su momento que el inspector de Cemex había aplicado el criterio correcto a la hora de proponer una sanción millonaria a la cementera y la actuación derivó en su cese.

El cese de Linares, por aquel entonces jefa adjunta de la Oficina de la que hoy es responsable, abrió una de las crisis más importantes en el área de Hacienda de toda la era Montoro, ya que desencadenó una ola de dimisiones en la Agencia Tributaria y puso en la diana las supuestas injerencias del equipo directivo encabezado por Santiago Menéndez en el normal control por parte de la Inspección de Hacienda del cumplimiento fiscal de las grandes corporaciones. De hecho, la situación provocó una situación insólita por las críticas abiertas que la organización profesional de inspectores de Hacienda realizó al modo en que la Agencia Tributaria sustanció el asunto.

Todo se desencadenó a finales de 2013. El Departamento de Inspección de la Agencia Tributaria había tramitado meses atrás una propuesta de sanción de unos 455 millones de euros por fraude fiscal a la poderosa cementera mexicana, Cemex, en el marco de la revisión de los ejercicios fiscales de la compañía entre los años 2006 y 2009. La controversia hacía referencia a la aplicación presuntamente irregular por parte de la compañía de unos créditos fiscales por compensación de pérdidas. La empresa recurrió la propuesta de sanción de la Inspección bajo el argumento de que afectaba a unas cantidades no vinculadas a su operativa en España y de un modo u otro el expediente se enredó.

La versión de las fuentes de la Agencia Tributaria consultadas por La Información varía. Todos coinciden en que se trataba de una actuación endemoniada por la complejidad técnica del esquema fiscal desarrollado por Cemex, pero mientras unos aprecian una supuesta injerencia de la cúpula de la Agencia, otros atribuyen el cese de Linares a una serie de catastróficas desdichas, jalonada de bajas inoportunas, incorrectos funcionamientos de las cadenas de decisión y un debate técnico interno mal resuelto. 

El asunto saltó a los medios y en el clima enrarecido abonado por la amnistía fiscal aprobada hacía tan solo unos meses se utilizó políticamente como un indicio más de la supuesta connivencia del Gobierno del PP con los grandes contribuyentes. Las fuentes consultadas coinciden en que el asunto se sobredimensionó y en que, aunque se resolvió mal desde la Dirección de la Agencia, se debió más a un mal funcionamiento interno que a un interés político. El caso es que al cese de Linares le sucedió la dimisión de su responsable directo, Ignacio Ucelay y la de otras dos miembros de su equipo.

Un defensor de la amnistía fiscal al frente de la ONFI

Una de las dimisiones que siguió en el tiempo a la revuelta por el caso Cemex, aunque no tuvo nada que ver con él, fue la del poderoso director de Inspección de la Agencia Tributaria, Luis Jones, que el equipo de Jesús Gascón acaba de 'rescatar' también para sustituir al célebre Néstor Carmona -el inspector al que se atribuyó (luego se demostró que de forma errónea) un criterio distinto al de la Inspección en el caso Cristiano Ronaldo- al frente de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional (ONFI), uno de los puestos más codiciados, y mejor pagados, del escalafón de la Agencia Tributaria.

Según las fuentes consultadas, todos inspectores de Hacienda en ejercicio o en excedencia, Jones se destacó durante los meses que ocupó la Jefatura de la Inspección de Hacienda por su defensa de la amnistía fiscal decretada por el Gobierno de Mariano Rajoy, que llegó a 'vender' a grandes despachos y oficinas de asesoría fiscal en un road-show organizado por la Dirección de la Agencia Tributaria para alentar a los contribuyentes a utilizar esta vía para regularizar su situación.

Fuentes de la Inspección definen el periodo de Jones como responsable del Departamento como "convulso" y desmienten de plano la posible relación de su cese con la defensa de los funcionarios y funcionarias cesados o dimitidos a cuenta del caso Cemex. Según su relato, el entonces director de la Inspección no puso un solo reparo al cese de Linares y a las posteriores dimisiones de Ucelay y las otras dos compañeras de la Oficina Técnica, y planteó su dimisión después de que el director general de la Agencia, Santiago Menéndez, no aceptara su candidato para sustituir a Ucelay al frente a la Oficina Técnica de la Delegación de Grandes Contribuyentes. Jones no ocultó este desencuentro remitió una carta a todos los jefes de equipos de la Agencia Tributaria explicando los motivos de su dimisión como jefe de Inspección.

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