Goñi: "La salida a bolsa de Cívica fue un éxito para el banco, el sector y el país"

    • El expresidente de CAN y Banca Cívica defiende su gestión al frente de las entidades y justifica la pérdida patrimonial de la entidad navarra.
    • El financiero acudirá al Parlamento navarro el martes, después de que se haya sido demandado por su gestión al frente de las dos entidades.
El exdirector de CAN, Enrique Goñi
El exdirector de CAN, Enrique Goñi
Ruth Ugalde

Enrique Goñi, el que fuera director general de Caja Navarra (CAN) y copresidente de Banca Cívica, atraviesa sus horas más bajas. Las demandas presentadas por UPyD contra su gestión en sendas entidades han llevado al financiero a solicitar acudir al Parlamento navarro para dar explicaciones, algo que hará el próximo martes, 19 de febrero.

Pero, antes de hacer pública su versión de los hechos, Goñi se ha dirigido por carta a varias autoridades, a las que ha querido exponer su visión de los hechos de los que se le acusan. Entre otros, delitos societarios y prevaricación, el proceso de constitución de Cívica, la salida a bolsa y su porterior venta a CaixaBank, o un presunto falseamiento de la contabilidad de CAN para alterar las cifras patrimoniales, entre otros aspectos.

En su misiva, Goñi asegura que "la salida a bolsa fue un éxito para el banco, para el sector y para el país", y los justifica en que, a pesar de que sus escasos 13 meses como entidad cotizada independiente se saldaron con una caída acumulada del 40%, la merma del valor de mercado de sus acciones se situó "en la misma medida que la banca mediana nacional... y en menor medida que las de Banco Popular, Bankia, Banco de Valencia o Banesto".

Aunque reconoce la brutal pérdida patrimonial de CAN, que pasó de tener unos recursos propios superiores a 1.050 millones en 2009 a "los 250 actuales", considera que estas dos cifras no son comparables.

Primero, porque con la constitución de Cívica, la entidad navarra decidió hacer una "ajuste del valor razonable de los activos y pasivos proyectado a tres años", teniendo en cuenta factores como el incremento de las provisiones, el aumento de la morosidad o el desempleo. "Esa cifra se dotaba a provisiones de una sola vez, minorando los recursos propios de cada entidad", explica Goñi, quien cifra en 634 millones el ajuste que llevó a cabo CAN.

El financiero explica que si se descuenta a los 1.055 millones iniciales estas provisiones y se aplica el descuento del 60% con que salió a bolsa Cívica, se obtiene el valor actual de Caja Navarra "sumándole los 70 millones de euros de activos que reservó para Obra Social".

Este razonamiento le lleva a concluir que "no tiene fundamento comparar recursos propios a valor contable con el valor de mercado de una empresa", además de defender que la devaluación de la caja fue inferior a la de la mayoría, lo que le permitió pasar, según sus números, del puesto número 17 del ránking de cajas por solvencia, en 2009, al 8, en 2012.

Respecto a la venta de Cívica a CaixaBank, admite que la participación del 1,2% que ha terminado quedándose CAN es pequeña en términos absolutos, pero no en relativos, ya que garantizan ingresos suficientes para financiar la Obra Social, hasta el punto de que "Navarra tendrá el índice más alto de inversión en obra social por habitante".

Para llegar a esta conclusión, suma la labor que llevará a cabo CAN con el dividendo que obtenga de CaixaBank, más otros rendimientos de su patrimonio (cuyas cifras no especifica), más la Obra Social que realice la propia entidad catalana en Navarra, "con la particularidad de que el 50% del importe de ésta deberá destinarse a la financiación de proyectos de interés común para ambas".

Respecto a la idoneidad de haber accedido a fusionar con CaixaBank, defiende con firmeza esta elección, ya que la entidad catalana es una de las únicas cuatro cajas que no han necesitado ayudas públicas. Las otras tres han isdo Ibercaja, con la que "no se llegó a un acuerdo satisfactorio"; Unicaja, con la que ni siquiera se negoció; y BBK, con la que "no se pudo negociar ya que, cuando Banca Cívica salió a bolsa, la fusión de las cajas vascas no se había producido", esgrime como defensa.

Además, considera que si Cívica hubiera seguido en solitario, las consecuencias hubieran sido mucho peores: "menos patrimonio, inviabilidad de la obra social y pérdidas para los preferentistas". Suma y sigue, porque también defiende que la creación de Cívica no fue inútil, precisamente, porque eso ha permitido la integración en La Caixa.

Su defensa de este matrimonio es tal que lo pone como ejemplo para preferentistas de la entidad, quienes, según Goñi, han salido ganando dinero gracias a la venta a CaixaBank.

En concreto, dice que "quien suscribió una participación preferente de Caja Navarra en diciembre de 2009 por importe de 1.000 euros, hoy posee un bono convertible en acciones de CaixaBank que vale 988,51 euros, y ha cobrado en este tiempo cupones por importe de 248,11 euros".

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