Trámites

Cómo se gestiona una herencia: desde la defunción al reparto de bienes

El reparto de los bienes de una herencia que vienen recogidos en el testamento incluye el pago de tributos a Hacienda, como el impuesto de sucesiones. Estos son los pasos a seguir.

Cómo se gestiona una herencia: desde la defunción al reparto de bienes
Cómo se gestiona una herencia: desde la defunción al reparto de bienes
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Saber cómo se gestionar una herencia te ahorrará muchas molestias. Cuando apareces como heredero en un testamento, tienes que seguir una serie de pasos hasta que recibes el bien heredado. De este modo, se garantiza que la transmisión de bienes es la que indicó el difunto y se evita que surjan disputas. El proceso incluye el pago de tributos a Hacienda, como el impuesto de sucesiones.

Cómo se gestiona una herencia

Los trámites de una herencia comienzan en el momento del fallecimiento. Antes que nada, has de obtener el certificado de defunción y el de actos de últimas voluntades. Con ellos podrás solicitar una copia del testamento en la notaría en la que se redactó para cotejarlo. Así, el notario comprobará quiénes son los herederos y los llamará para realizar el reparto de bienes.

Otro punto importante al que debes prestar atención está relacionado con las cuentas bancarias. Los herederos tienen que informar al banco del suceso y pedir un certificado de posiciones. Este documento acredita que el fallecido era el titular de la cuenta o productos financieros que poseía en vida. Asimismo, indica las posiciones y los saldos, que quedarán bloqueados hasta el reparto de bienes.

Reparto de activos

Tras revisar el testamento, el notario reúne a los herederos para repartir los bienes, tanto activos como deudas. Primero se hace un recuento y luego se llevan a cabo las asignaciones de acuerdo con el documento y la ley.

Por ejemplo, si muere un padre y dejó testamento, los hijos heredan dos tercios de la propiedad. Por su parte, el cónyuge recibe el usufructo de la herencia de sus hijos, como ocurriría con una vivienda. Por otro lado, el último tercio será de libre disposición, es decir, podría destinarse a cualquier persona.

Sin embargo, puede suceder que no haya testamento. De ser así, y siguiendo con el ejemplo anterior, el reparto sería el mismo, pero se eliminaría la parte de libre disposición. No obstante, existen otros casos contemplados por la ley, como gestionar una herencia de abuelos a nietos o entre hermanos, que tienen sus particularidades.

Impuestos de la herencia

En cuanto a la fiscalidad de una herencia, habrás de abonar el impuesto sobre sucesiones. Sus características varían según la comunidad autónoma, pero algunas se mantienen estables en todo el país. Por ejemplo, hay cuatro grupos de deducciones que se aplican en función de diferentes casos. También se da una disminución de la carga impositiva por minusvalía o en los seguros de vida.

La liquidación del impuesto recae sobre todos los herederos, quienes tienen un plazo de seis meses para pagar. El tiempo empieza a correr a partir de la fecha del fallecimiento, pero es posible solicitar una prórroga. Al menos, la renta obtenida por la herencia no tendrá que abonarse a través del IRPF.

Cómo se maneja una herencia ya tiene una respuesta. Procura no dejar ningún trámite para el último momento, ya que podrías enfrentarte a retrasos. Además, trata de coordinarte con el resto de los herederos para que el proceso sea sencillo.

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