El proceso para recibir una herencia puede convertirse en una fuente de conflictos dentro de la familia. La tensión del momento, junto con los posibles roces entre los involucrados tras la lectura del testamento, puede terminar rompiendo para siempre la armonía familiar. Enfrentarse a ello puede ser más sencillo si se cuenta con algunas herramientas como un albacea, por ejemplo.
Hacer un testamento
En España, aunque no todas las comunidades autónomas tienen la misma regulación, cada persona tiene derecho a decidir a quién cede sus bienes tras su muerte. El testamento permite dejar todos los detalles bien claros, y esto conlleva varios beneficios. No solo resulta más sencillo el trámite de la herencia familiar, sino que también te ahorrarás discusiones sobre qué se queda cada uno de los herederos.
Y es que cuando no se realiza un testamento, hay situaciones que están sujetas a interpretación por parte de cada familiar, y muchas veces esto puede terminar en un juzgado. Algo que, por otro lado, tiene consecuencias, en ocasiones, irreconciliables entre tus seres queridos. Además, es más fácil que los herederos cometan errores que pueden incluso dejarles sin cobrar.
Nombramiento de un albacea
Otro aspecto muy importante para evitar discusiones y conflictos entre los herederos consiste en que se asigne uno o varios albaceas en el testamento. Este cargo es voluntario y, salvo que se estipule lo contrario en la herencia, no es remunerado. Sin embargo, esta figura resulta fundamental, puesto que debe encargarse de que se cumplan las últimas voluntades del difunto y de que se haga un reparto justo del propio testamento.
Si eres uno de los herederos, también puedes ser el albacea, y eso no supone que vayas a perder nada de tu herencia. Tan solo te debes encargar de mediar entre el resto de familiares.
El reparto de los objetos personales en la herencia
Este tema siempre se suele pasar por alto a la hora de realizar un testamento. Si bien se tiene muy en cuenta el valor de los inmuebles, las inversiones o el dinero en efectivo, el reparto de joyas, objetos decorativos o cualquier otro con valor sentimental suele dejarse de lado. Y esta es una de las principales causas para que se produzca un conflicto familiar entre tus seres queridos.
Si es posible, cada uno de estos bienes debe inventariarse en el testamento para su reparto posterior. De esa forma, no quedará ninguna duda sobre a quién pertenecen. En caso contrario, el albacea puede hacerse cargo de la tarea para llegar a un acuerdo entre todos los herederos.
Como ves la gestión de una herencia es un proceso en el que los problemas y las discusiones son muy habituales. Aun así, siguiendo estos sencillos consejos es posible evitar que se rompa para siempre la armonía entre todos los miembros de tu familia. De no ser así, la pérdida de un ser querido puede convertirse en una situación mucho más traumática y difícil de superar.
