Trámites

Cómo se gestionan las deudas pendientes en una herencia en España

Las deudas contraídas por una persona en vida pasan a sus herederos cuando muere, al igual que el patrimonio y el dinero que deja en su testamento.

Cómo se gestionan las deudas pendientes en una herencia en España
Cómo se gestionan las deudas pendientes en una herencia en España
Pixabay

Pese a lo difícil que resulta afrontar la pérdida de un ser querido, muchas familias reciben con agrado la noticia de una herencia. Sin embargo, a veces llegan con deudas aparejadas, que contrajo la persona fallecida en vida. Estas pasan automáticamente a sus herederos, al igual que el patrimonio y el dinero. Aun así, no es obligatorio que te hagas cargo de ellas si eres uno de los beneficiarios.

Deudas de una herencia

Las deudas de una herencia se pueden gestionar, fundamentalmente, de tres maneras. La primera es aceptarlas, en cuyo caso heredas tanto los bienes como las deudas. La segunda es rechazarlas y te desentiendes de ellas por completo y no adquieres compromiso alguno. La tercera es aceptarlas a beneficio de inventario, una alternativa que solo es posible si la deuda no supera el valor de los bienes.

Todo esto es así, aunque no haya testamento escrito, algo que suele ocurrir con fallecimientos imprevistos de jóvenes. También se da con personas que no han dejado su voluntad reflejada en ningún documento.

La distribución de los activos

En las herencias en España, la distribución de activos es la asignación o reparto de los bienes y propiedades a los herederos. Cuando hay deudas, lo que se hace es que se emplea el patrimonio para saldarlas. Entonces, el restante se reparte entre los herederos según marquen las últimas voluntades del fallecido.

Todo este proceso puede ser gestionado por un albacea o administrador designado por el testador. De la misma manera, hay casos que corresponden a un fideicomisario y otros a un abogado especializado en derecho sucesorio.

Renuncia a herencias en España

En España, las renuncias a herencias han crecido después de la pandemia. La razón principal es que los herederos tienen que hacer frente a pagos pendientes de la persona fallecida. De esa forma, quedan eximidos de cualquier obligación económica, aunque a la vez renuncian a cualquier derecho sobre el patrimonio.

El Código Civil deja claro que la herencia es precisamente eso, un derecho y no una obligación. Así, si te decantas por el rechazo, tienes que tramitarlo en un máximo de un mes. Además, tendrás que liquidar el impuesto de sucesiones en un plazo no superior a seis meses.

Hay dos modalidades posibles en esta circunstancia. La primera es la renuncia simple, con la que evitas tener que pagar impuestos. La segunda es a favor de terceros y en este caso no te libras de compromisos fiscales. No obstante, la principal diferencia está en que en la segunda se designa a una persona para que sea la beneficiaria en tu lugar.

Sea como sea, la clave está en valorar si obtienes algún beneficio y decidir si te resulta ventajoso hacerte cargo de las deudas cuando recibes una herencia. Si quieres saber un poco más sobre el tema, infórmate sobre el impuesto de sucesiones.

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