¿Quién pagará las nuevas tasas?

Impuesto envenenado: cada punto extra en Sociedades eleva el 0,3% los precios

El efecto del hachazo fiscal se reparte entre ciudadanos, accionistas y trabajadores casi equitativamente; 31%, 31% y 38%. El BCE advierte del efecto perverso de la subida de impuestos a las empresas.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (i), y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presiden una reunión con los agentes sociales para el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en el Complejo de la Moncloa, a 7 de marzo de 2022, en Madrid (España). El presidente del Gobierno ha reunido a los principales agentes sociales con el fin de alcanzar un "gran pacto de rentas". Durante el encuentro han abordado la evolución de salarios, de los beneficios y de los dividendos empresariales y las medidas de apoyo a los colectivos vulnerables. 07 MARZO 2022;RECUPERACION;SANCHEZ;PATRONAL;SINDICALES A. Pérez Meca. POOL/Europa Press / Europa Press 07/3/2022
Impuesto envenenado: cada punto extra en Sociedades eleva el 0,3% los precios.
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El presidente del Gobierno de Pedro Sánchez ha aprovechado el Debate sobre el Estado de la Nación, celebrado esta semana tras siete años sin convocarse, para anunciar otro paquete de medidas de calado social, con el fin de ayudar a los ciudadanos a afrontar algunos efectos de la crisis económica y el alza de precios, y la puesta en marcha de dos nuevos impuestos temporales para las grandes compañías energéticas y los bancos, que servirá en parte para sufragar las ayudas directas previstas para los hogares más vulnerables. Estos instrumentos fiscales, con los que se pretenden recaudar 7.000 millones de euros -poco más de lo que suponen las nóminas de las pensiones de jubilación cada mes-, nacerá con el objetivo de 'repartir' los mayores beneficios de estas compañías, generado por el aumento de los tipos de interés y los precios de las tarifas reguladas.

El Gobierno ha asegurado que hará todo lo posible para que estas tasas, similares a las que ya se han empezado a aplicar en otros países europeos y que gravarán con un 5% -la ministra Yolanda Díaz apuesta por un 10%- los beneficios extraordinarios obtenidos por las empresas de estos sectores que facturen más de 1.000 millones de euros, no se repercutan en los consumidores. Pese a la buena intención del Ejecutivo, desde luego no será fácil controlar el impacto en los ciudadanos, ya que las compañías tienen vías legales para eludir estas imposiciones. Cualquier subida de los tributos, como demuestran diferentes informes recientes, tiene como consecuencia 'penalizaciones' económicas para los consumidores, los accionistas y los empleados de estas empresas.

Un reciente estudio publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) y firmado por los profesores Scott R. Baker , Stephen Teng Sun y Constantine Yannelise, muestra, a partir del análisis de miles de datos, la incidencia, mayor de lo esperada, de los impuestos corporativos sobre los consumidores y también sobre los accionistas y los salarios de los empleados. El informe destaca que aproximadamente el 31% de la incidencia del Impuesto sobre Sociedades recae sobre los ciudadanos, "lo que sugiere que los modelos utilizados por los responsables de políticas subestiman significativamente el impacto de este tributo sobre los consumidores". 

El efecto de la subida de Sociedades es mayor en los productos y artículos de menor precio comprados por hogares de bajos ingresos 

El efecto del hachazo fiscal se reparte, según el informe, entre ciudadanos, accionistas y trabajadores casi equitativamente; 31%, 31% y 38%. De la misma forma señala si la subida impositiva no se traslada a los precios, el reparto de la carga tributaria sería de los trabajadores y accionistas sería del 42% y el 58%. Según resalta el estudio, aumentar un punto en Sociedades haría subir los precios un mínimo del 0,17% pero en algunos casos por encima de 0,31%, y advierte que los efectos son mayores para los artículos y productos de menor precio comprados por hogares de bajos ingresos y más débiles para las empresas de alto apalancamiento.

Mientras, en un artículo científico firmado por Youssef Benzarti, profesor de Economía de la Universidad de California e investigador de NBER, titulado 'Lo que sube puede no bajar: asimétrico. Incidencia de los Impuestos al Valor Agregado', queda en evidencia a través de numerosos análisis que los precios responden significativamente más a los aumentos que a las disminuciones en los Impuestos sobre el Valor Añadido. Los precios se ven afectados en los incrementos impositivos, que en las rebajas y esta asimetría da como resultado ganancias y márgenes de beneficio de equilibrio más altos. Asegura además que las empresas que operan con bajos márgenes de beneficio son particularmente propensas a responder asimétricamente a los cambios en el IVA y que los efectos de precios asimétricos persisten varios años después de que se produzcan cambios fiscales.

Los precios aumentan un 55% en el primer mes por cada punto de IVA que se sube, pero cuando se reduce el tipo del impuesto, la bajada solo es del 13%

Así, destaca que los cambios en los tipos del Impuesto sobre el Valor Añadido aplicados en la Unión Europea entre 1996 y 2015 han supuesto, en el caso de las subidas, que los precios aumenten un 55% solo en el primer mes y en el caso de las bajadas fiscales, que los precios caigan un 13%. De esta forma también se constata que bajadas de IVA temporales, como en el caso de la luz en España, pueden tener un efecto negativo, con bajadas mínimas de los precios durante su aplicación, y con aumentos importantes cuando se vuelve a subir el tipo impositivo.

Por su parte, en un estudio sobre los municipios alemanes que contempla 6.800 cambios normativos durante un período de 20 años elaborado por la Asociación Estadounidense de Economía, queda patente que algo más de la mitad de la carga del Impuesto de Sociedades recae sobre los trabajadores. El estudio vincula los datos administrativos de los municipios con microdatos a nivel de empresa y destaca que los impuestos corporativos más altos reducen más los salarios de los trabajadores jóvenes, mujeres y trabajadores poco cualificados. 

Mientras, un análisis publicado hace apenas unos días por el Banco Central Europeo (BCE), a partir del impacto de la subida de un impuesto comercial local en Alemania en más de 125.000 productos de primera necesidad, constata que un aumento de punto porcentual en este tributo que penaliza a las empresas da como resultado un aumento de 0,4% en los precios minoristas de los bienes producidos por las empresas gravadas. Destaca además que las empresas consolidan estas subidas en sus productos y de esa forma blindan sus márgenes de beneficios y que mientras las pequeñas tiendas no suelen traspasar los aumentos a los precios, si lo hacen de forma significativa los supermercados e hipermercados.

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