Finanzas personales

El interés compuesto ¿qué es y cómo te beneficia?

El interés compuesto permite aumentar los ahorros a largo tiempo en mayor medida de lo que lo consigue el interés limpio, al ser aplicado sobre la cuantía inicial y las ganancias obtenidas con el paso del tiempo.

Interés compuesto
El interés compuesto ¿qué es y cómo te beneficia?
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Aquellas personas interesadas en sacar una mayor rentabilidad a sus ahorros deben conocer lo que es el interés compuesto, ya que este puede ser una gran oportunidad tanto para ti y tu dinero. De hecho, se recomienda para todo tipo de inversores, y especialmente para todos aquellos que se inician en el mundo de la inversión.

El interés compuesto es ese que se suma al capital inicial y sobre el que se originan nuevos intereses. Una de sus grandes ventajas es que se van sumando de forma continuada al capital inicial y a los intereses que han sido generados con anterioridad, lo que hace que se disfrute de un efecto multiplicador. Este hace que el capital crezca al final de cada periodo sobre el que se aplique el interés, por lo que el siguiente interés será fijado sobre una base de capital mayor, de manera sucesiva.

A través de este tipo de interés se consiguen obtener ganancias de capital y de los intereses generados, lo que favorece un rápido crecimiento del dinero. Es utilizado de forma habitual en el sistema financiero, ya que tiene la gran ventaja de que todos los intereses generados se suman continuamente, por lo que los propios intereses generan intereses y todo ello favorece el crecimiento del capital inicial. Además, estos intereses se pueden volver a invertir para que los beneficios sigan creciendo.

De esta manera, es un gran aliado para operaciones de activo como las inversiones, mientras que, en las operaciones de pasivo, como los préstamos bancarios, se convierte en enemigo, ya que el efecto multiplicador del interés irá en contra del usuario.

Por otro lado, conviene recalcar que el interés compuesto se ve influenciado por distintos factores, que son: la frecuencia de capitalización o frecuencia anual de devengo (suele devengarse en base anual, semestral, trimestral o mensual, aunque puede ser diario o continuo), el tipo de interés, y el tiempo, ya que tiene mayor impacto en inversiones a largo plazo que en las de corto plazo.

Cómo aprovechar el interés compuesto

Dado que se trata de una herramienta financiera muy poderosa, conviene saber cómo aprovecharse al máximo del interés compuesto, para lo que resulta clave ahorrar regularmente y establecer metas de ahorro claras y realistas. De esta forma, una vez que se consigue generar un fondo de emergencia adecuado, habrá que invertir en instrumentos financieros a largo plazo, tales como fondos de inversión, bonos, acciones y planes de pensiones.

Una estrategia fundamental es la de reinvertir los beneficios obtenidos, a través de la capitalización de intereses, la reinversión de dividendos y ganancias de capital y la acumulación de intereses compuestos en inversiones. La capitalización de intereses consiste en la reinversión de los intereses que se han ganado en el mismo instrumento financiero, de forma que se consigue acelerar los ahorros al sumarse los intereses al capital, generando más intereses futuros.

De igual modo, una estrategia crucial para reducir riesgos y maximizar rendimientos pasa por distribuir los activos en distintas clases (bonos, bienes raíces, acciones…), además de que tener en consideración inversiones internacionales puede ayudar a tener mayores oportunidades de crecimiento. En cualquier caso, antes de diversificar hay que conocer los riesgos y las ventajas asociadas a ellas, debiendo adaptar las estrategias a las circunstancias de cada inversor. Por último, conviene recalcar que para poder sacar el máximo partido al interés compuesto es fundamental tener una mentalidad a largo plazo, sin dejarse llevar por las fluctuaciones del mercado.

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