Es habitual que muchas personas no se decidan a invertir su dinero por no disponer de un gran patrimonio, pero la realidad es que no se necesita tener mucho capital para ello, y es que con apenas 100 euros al mes es posible llegar a obtener algunos beneficios. Sin embargo, el capital inicial de inversión no es el único monto que se debe tener disponible a la hora de contratar un producto financiero, puesto que antes de empezar a invertir se debe disponer de un colchón financiero que pueda respaldar tus finanzas personales.
Los expertos coinciden a la hora de asegurar que, una vez analizadas las finanzas personales y haber determinado tanto los gastos prescindibles y los objetivos a conseguir, será el momento de dar comienzo a una estrategia de inversión. Esta puede ayudarnos a disfrutar de una mejor calidad de vida, ya que el dinero ahorrado y depositado en la cuenta bancaria no genera rendimientos, y apostando por la inversión se consigue que comience a trabajar para nosotros.
En cualquier caso, antes de comenzar a invertir, sobre todo si se tiene poco dinero, es fundamental crear un fondo de emergencia, de manera que puedas disponer de un dinero ahorrado para posibles imprevistos. La cantidad mínima que siempre deberías tener en una cuenta corriente o de ahorro debería ser equivalente a entre 3 y 6 meses de gastos fijos. Además, si tienes poca capacidad de ahorro, ten siempre en cuenta la posibilidad de invertir en tu formación, ya que, a mayor formación, más oportunidades laborales y mejores salarios.
Cómo comenzar a invertir con poco dinero
Una vez sabido que se puede invertir con muy poco dinero, conviene conocer las diferentes vías recomendadas para hacerlo, destacando especialmente las siguientes:
- Fondos de inversión: En la actualidad hay diferentes tipos de fondos que se adaptan a cada perfil, por lo que con poco dinero se puede recurrir a estos medios que reúnen el dinero de muchos pequeños ahorradores para invertirlos conjuntamente en una cesta de acciones y otros servicios. Es un producto financiero recomendado para diversificar la inversión, sobre todo con poco capital inicial. Además, se recomienda hacer aportaciones periódicas.
- Comprar acciones: Aunque tu capital inicial sea limitado, tienes la posibilidad de empezar a invertir en bolsa comprando acciones, si bien en este caso necesitarás más dinero o tiempo para tener una buena diversificación, además de tener la necesidad de aprender a analizar y valorar a las diferentes empresas en las que invertir.
- Invertir en deuda pública: Si quieres comenzar a invertir de forma “segura”, puedes hacerlo en la deuda pública, aunque esto hará que estés dejando de lado la rentabilidad que te pueden ofrecer otros productos. En este caso, consiste en comprar deuda del Gobierno de un país, es decir, se le presta un dinero que luego es devuelto con unos intereses.
- Inversión en fondos indexados: Se trata de fondos de inversión que replican de forma directa el comportamiento de un índice bursátil en particular (S&P 500, Ibex 35…). Una de sus ventajas es que requiere de una menor actividad por parte del equipo gestor, lo que hace que las comisiones de este sean muy reducidas en comparación con los fondos de inversión tradicionales.
