Los jubilados se manifiestan en contra de la reforma de las pensiones de Escrivá

Las calles de Madrid se han llenado este sábado de jubilados para protestar contra lo que consideran el “decretazo” de las pensiones y la “privatización” del sistema público, así como para reivindicar un importe mínimo en la prestación por jubilación de 1.080 euros, entre otras demandas.

Convocados por la Coordinadora General de Pensionistas de Madrid, los manifestantes, que han partido de la céntrica plaza de Benavente hasta la plaza Reina Sofía, han mostrado su descontento con pancartas como "Pensiones de segunda, no", "Pensiones garantizadas", "Blindar las pensiones" o "Jubilados, jorobados".

Reforma aprobada en marzo

Juan Antonio Herranz, portavoz de la coordinadora general de pensionistas Madrid Unidad, ha rechazado el “decretazo de las pensiones”, en referencia a la reforma del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y ha subrayado que “esta reforma no es nuestra y no la queremos”.

“No la queremos, porque no recoge, de ninguna manera, el salario mínimo de pensionistas, que nosotros queremos que sea de 1080 euros, porque hay salarios de pena, de 700 euros, que no pueden llegar a final de mes. Así es muy, muy difícil vivir”; ha dicho en declaraciones a los periodistas.

Por su parte, Santiago de la Iglesia, secretario de acción social de CGT para Madrid, Castilla la Mancha y Extremadura, ha suscrito las demandas de los pensionistas y ha expresado que la actual modificación de la norma pretende “consolidar la reforma de las pensiones de 2011”, que “vino a prolongar la edad de jubilación”.

Lucio Díaz, pensionista, “buen español” y “cirujano de la chapa durante más de 50 años”, tal y como él mismo se ha definido, cree que es “una vergüenza” que los jubilados “tengan que estar pidiendo limosna después de trabajar”, un problema que se solucionaría, en su opinión, “acabando” con “los sueldos altos de los políticos”.