Falta de visibilidad

La micropyme afronta un 2023 incierto con consumo débil y crédito más caro

Las empresas más pequeñas, que afrontan con menos músculo un alza de costes que supera ya el 24%, advierten del peligro de estrangulamiento por la falta de visibilidad y el encarecimiento de la financiación.

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La micropyme afronta un 2023 incierto con consumo débil y crédito más caro
EUROPA PRESS

"Somos una singularidad en Europa. Solo las empresas griegas tienen un tamaño más reducido que el de las nuestras". Esta apreciación la hacía hace solo unos días Ángel Gavilán, director General de Economía y Estadística del Banco de España, en el marco de unas jornadas organizadas por Cepyme. Dentro del ecosistema español, las pymes representan más del 96% del tejido productivo, alrededor del 62% del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 66% del empleo empresarial total, de acuerdo con los datos que maneja el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. 

La última Estadística de Empresas Inscritas en la Seguridad Social revela además que una gran mayoría, el 85%, son micropymes, puesto que cuentan con menos de 10 trabajadores. Pertenecen en su mayoría a sectores como el comercio y la reparación de vehículos, la hostelería, la construcción o la industria manufacturera y las actividades profesionales, entre otras. Su actividad está muy ligada al cliente minorista y esto las hace más vulnerables al entorno incierto que se avecina a nivel económico. 

Menos tamaño implica menos músculo para hacer frente a un debilitamiento de la economía que tiende a dar la primera voz de alarma en el consumo. La guerra en Ucrania, la crisis energética y la inflación generada por ambas han disparado un 24,4% los costes para las pymes en general, que crecen a mayor velocidad que las ventas, que han ido perdiendo fuelle. Dentro de estos, los costes salariales se han incrementado un 6,2% en términos interanuales y los energéticos más de un 100%. Esta situación preocupa por la deriva que pueda tener en el tramo final del año y, sobre todo, a partir del próximo ejercicio, cuando la actividad se ralentice y las empresas más pequeñas se vean obligadas a endeudarse más para hacer frente a los costes. Esa tasa de endeudamiento supera ya el 100% de su patrimonio neto, de acuerdo con los datos que maneja la patronal. 

Alta dependencia del crédito bancario con los tipos al alza

En plena senda alcista de los tipos de interés, la situación de las micropymes, que dependen más del crédito bancario para operar, es también más vulnerable, sobre todo ante un escenario donde la financiación va a ser clave para poder superar las posibles tensiones de liquidez. Si la falta de visibilidad de cara al segundo y tercer trimestre del año próximo está suponiendo un quebradero de cabeza para las empresas de mayor tamaño, en el caso de las micropymes la incertidumbre es aún mayor (tienen menos margen para planificar y menos capacidad de desarrollar planes de contingencia). 

Hay temor, además, a que un empeoramiento de las condiciones económicas pueda llevar a las grandes empresas a elevar el periodo de pago a sus proveedores más pequeños -cuando no a incurrir en impagos-. "La desaceleración de la recuperación de la economía española y el adverso impacto de la inflación sobre las cuentas empresariales siguen afectando negativamente a la evolución de la morosidad empresarial", explican desde la patronal. Este asunto supone un quebradero de cabeza de primer orden para las micropymes.

El Indicador de Situación de la Pyme que elabora la patronal refleja hasta qué punto la brecha económica entre las pequeñas empresas y las medianas se ensancha. Las ventas de las medianas crecen más (un 17,3% frente a un 13,4%) y, mientras que su ritmo de expansión es el mayor en 15 años (7,1%), el número de pequeñas empresas apenas crece un 2,5%. Con el empleo la situación es muy parecida: entre abril y junio se elevó un 8,1% en rela2ción al mismo periodo del año anterior en las empresas medianas, mientras que lo hizo un 5,9% en el caso de las micropymes. Su endeudamiento crece más del doble y su productividad ha caído con más fuerza

Una parte de esa pérdida de productividad tiene que ver con las dificultades que las empresas han venido encontrando a la hora de ganar tamaño. Según Cepyme, hay más de un centenar de regulaciones que desincentivan ese crecimiento. Son de tipo fiscal, contable, laborales, financieras y de competencia. La organización calcula que si la empresa española se equiparase en tamaño a la media de la Unión Europea se crearían alrededor de 1,2 millones de empleos, el PIB aumentaría un 5,2% y el sector exterior saldría reforzado, puesto que las exportaciones totales avanzarían un 5,2%.

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