La venta de Novagalicia provoca reacciones dispares en política y finanzas

Madrid, 19 dic.- La venta de Novagalicia al banco venezolano Banesco ha provocado diversas reacciones, desde las críticas procedentes de la mayoría de los partidos políticos hasta la celebración de la Xunta y del mundo empresarial gallego.

En la jornada de ayer se conoció que Banesco se ha hecho con el 88,33 % de Novagalicia, mayoritariamente en manos del Estado, con una oferta de 1.003 millones de euros, una noticia que desde entonces ha provocado numerosas reacciones en el mundo de la política y las finanzas.

El propio FROB, encargado de la adjudicación de Novagalicia, ha admitido hoy que no puede estar satisfecho con la venta de la entidad gallega si el Estado inyectó 9.000 millones de euros y ahora se pierden 8.000, aunque confía en que ello no tendrá un impacto muy significativo en el déficit.

Además, el organismo público se ha comprometido a aportar 200 millones más a Banesco para cubrir futuras contingencias, entre ellas un pleito con la aseguradora Aviva y reclamaciones por preferentes.

Quien sí se ha mostrado satisfecho con la operación ha sido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que calificó la adjudicación de "transparente, limpia y contundente", y afirmó que "es la mejor oferta para los contribuyentes del conjunto de España y para todos los contribuyentes gallegos".

Una opinión que ha compartido el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), José Manuel Fernández Alvariño, que ha considerado que la venta ha sido "superpositiva" y que confirma la "apuesta" del empresariado.

Por su parte, la Asociación Española de Banca (AEB) ha defendido que el proceso ha sido "transparente" y "público", y ha asegurado que la banca extranjera "tiene un papel que jugar en España".

Mientras tanto, los sindicatos se mantienen prudentes a la hora de valorar la adjudicación hasta que Banesco presente un plan de negocio para Novagalicia, y si bien unos consideran, en principio, buena la venta, otros la han rechazado.

En este sentido, el secretario general de Comfia-CCOO, José María Martínez, ha señalado que la venta permite mantener una entidad financiera y frena el oligopolio.

Por su parte, UGT ha considerado que en el plan de Banesco sobre Novagalicia "no debería haber grandes conflictos de plantilla" dado que no cuentan con una red de oficinas que solape las de la entidad nacionalizada.

No obstante, el FROB ha advertido hoy de que, aunque Novagalicia podrá mantener su red de oficinas y plantilla, está obligada a cumplir sus planes con Europa por la ayuda recibida.

Esto quiere decir que la entidad está sujeta a desprenderse de todas sus participaciones industriales, a reducir su relación de depósitos y créditos, y a limitar el pago de dividendo.

A pesar de todo, el organismo público ha insistido en que la de Banesco era la mejor oferta, por lo que ha echado en cara también a la gran banca española -Santander, BBVA y CaixaBank- que no haya sido más generosa en sus pujas.

La venta de Novagalicia por 1.003 millones no convence ni al propio Ejecutivo, y es que el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha admitido que sanear Novagalicia ha sido 'caro', pero ha salvado los ahorros de sus clientes.

Más positivo se ha mostrado el ministro de Economía, Luis de Guindos, que ha valorado que se haya conseguido devolver al mercado a la nacionalizada, mientras que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha dicho que el erario público no pierde cuando se sanea una entidad, sino cuando "sigue generando pérdidas".

Muchas críticas han procedido de formaciones políticas, especialmente de las gallegas pero también del PSOE que solicitó ayer, nada más conocerse la noticia, la comparecencia urgente de Luis de Guindos ante el Parlamento, para que explicase la adjudicación de la entidad nacionalizada.