Los 'ángulos muertos' del sistema fiscal

El marcaje de Hacienda a los 'youtubers' se topa con Andorra y con un muro legal

El Fisco tiene en su punto de mira a este tipo de profesionales desde hace varios años, pero admite que las leyes vigentes hacen difícil actuar contra los traslados de residencia en busca de pagar menos impuestos. 

El Rubius en uno de sus vídeos
El Rubius en uno de sus vídeos
L.I.

Rubén Doblas Gundersen, 'El Rubius', está considerado como el precursor de los llamados 'streamers', 'youtubers' o 'instagramers' en España, un nuevo y pujante colectivo de profesionales de éxito, que en la mayoría de los casos no llegan a los 30 años y que han hecho de la producción - muchas veces casera - de contenido audiovisual para las redes sociales un negocio más que rentable. 'El Rubius' anunció este pasado fin de semana su intención de trasladar su residencia a Andorra a través de la red social Twitch y lo explicó así a los cientos de miles de seguidores que consumen sus vídeos con voracidad: "Llevo diez años de mi carrera en Youtube pagando aquí. Mucha gente me dirá: ‘Te vas por dinero’. Pues obviamente es un gran plus. Pero si fuera por dinero me podría haber ido hace muchos años. Literalmente, todos mis amigos están allí". Y no miente. Al menos en lo que se refiere a sus 'colegas' de profesión que hace años ya iniciaron un peregrinaje en masa hacia las frías tierras de Andorra en busca de un trato fiscal más amable.

Y allí, sin duda, lo encuentran. Andorra 'ofrece' un tipo de IRPF del 10%, que contrasta poderosamente con el 47% que este año 2021 tendrían que pagar como media sobre sus ingresos en España si éstos superaran los 300.000 euros al año, como es el caso de 'El Rubius', al que se atribuye una facturación anual superior a los cuatro millones de euros. Las ventajas son similares en el caso de las empresas, que en Andorra abonan un tipo de entre el 10% y el 2%, mientras que en España están en el 25% en el caso de las pymes y del 30% en el de las empresas de mediano y gran tamaño. Únanse a esto determinadas ventajas fiscales a la venta de vivienda o la existencia de un impuesto propio similar al IVA pero mucho más bajo a la hora de facturar  y se encontrarán un puñado de razones tributarias de peso para mudarse.

Nada nuevo, por otra parte. El favorable régimen fiscal de Andorra - que no dejó de ser considerado paraíso fiscal por España hasta 2011- es célebre desde hace décadas, ha sido históricamente utilizado por las grandes fortunas españolas para tratar de poner a salvo su patrimonio de las 'voraces fauces' de Hacienda y por esa misma razón ha dejado alguno de los episodios más recordados de la acción punitiva de la Agencia Tributaria, como los de Arantxa Sánchez-Vicario, Montserrat Caballé o la familia Pujol. Los nuevos protocolos de intercambio de información pactados entre Andorra y España han diluido en la última década las ventajas de Andorra como refugio seguro para alejar el dinero de las garras de Hacienda y algunos de los que lo han intentado trasladando allí su residencia han acabado escaldados cuando el Fisco ha demostrado que ese traslado era más ficticio que real.

Si los inquietantes precedentes no han detenido a nuestros más célebres 'influencers' en redes sociales a la hora de mudarse a Andorra es en buena medida porque los convenios de doble imposición del siglo XX no están adaptados a la nueva economía del siglo XXI. "En este tipo de cambios de residencia el elemento clave para determinar en qué territorio tributa el contribuyente es el lugar en el que tiene su vivienda permanente, no tanto donde se ubica su actividad económica principal", explica Esaú Alarcón, socio de Gibernau Asesores y miembro del Consejo Asesor Institucional de la asociación de asesores fiscales Aedaf, que precisa que en este tipo de convenios opera según las llamadas 'tie break rules', en virtud de las cuales lo primero que se tiene en cuenta es la existencia o no de vivienda permanente y en segundo lugar, si esta regla no es determinante, dónde se sitúa su principal interés económico y patrimonial "que en estos casos siempre atrae la condición de contribuyentes hacia España".

Gran parte de los contribuyentes 'cazados' por desplazamientos ficticios lo fueron porque tras toda una vida en España no se resistieron a mantener sus viviendas en España cuando decidieron mudarse oficialmente a Andorra. No es el caso de estos 'influencers', chavales que no han llegado a la treintena y que se mudan a casoplones en el Pirineo andorrano que en algunos casos es la primera vivienda que adquieren y que muestran con todo lujo de detalles en sus vídeos. 

La ineficacia de las leyes fiscales contra la economía digital

Los acuerdos de intercambio de información y el convenio contra la doble imposición entre España y Andorra, que han resultado una fuente fenomenal de información para las autoridades tributarias en otros casos, operan aquí sin embargo como un escudo para los 'youtubers' mudados a Andorra, a los que les basta con acreditar la existencia de esa residencia permanente en el país para desactivar cualquier tipo de consideración sobre la fuente principal de los ingresos que obtienen, que en buena medida provienen de España.

El Ministerio de Hacienda, no obstante, rastrea desde hace años los traslados a otros países de 'youtubers', del mismo modo que lo hace con artistas, deportistas o empresarios, en busca de indicios de que se trate de un movimiento ficticio. Desde hace un par de años, además, el Departamento de Inspección de la Agencia Tributaria ha puesto en su punto de mira a los "nuevos modelos de actividad económica" nacidos al calor de las nuevas tecnologías y del crecimiento de 'internet', que forman parte ya de pleno derecho de las líneas de actuación de los planes de control tributario.

Fuentes de la Agencia Tributaria admiten que ya ha habido casos de 'influencers' a los que le ha caído alguna regularización fiscal, pero también subrayan las dificultades especiales que existen a la hora de comprobar sus declaraciones fiscales por lo singular de su actividad. Los 'youtubers', 'instagramers', etcétera, obtienen sus rendimientos económicos de fuentes múltiples, por la visitas que generan en las redes sociales, por la prescripción de determinados productos o servicios a través de sus canales seguidos por cientos de miles de personas o incluso mediante entregas en especie. 

De hecho, desde la Agencia Tributaria se advierte de que aunque se les meta a todos en el mismo saco sus circunstancias pueden ser muy diferentes desde un punto de vista fiscal. "No es lo mismo el caso de un 'gamer', que puede participar en numerosas competiciones internacionales desde su domicilio o realizando desplazamientos puntuales; que el de un 'influencer' que asista a eventos o se desplace hasta los establecimientos que recomienda". La existencia de desplazamiento físico permita a la Agencia Tributaria rastrear el número días que un contribuyente ha trabajado dentro del territorio español y determinar más fácilmente si ha estado o no en España los 183 días que establecen las leyes para ser considerado como contribuyente español.

El caso de los 'influencers' plantea desde otra perspectiva el problema que el Gobierno ha querido resolver con la 'Tasa Google' en el caso de las empresas. La imposición sobre una serie de actividades económicas desarrolladas en territorio español, pero que generan un beneficio fiscal en otro territorio por la localización de la empresa o el particular en cuestión, en este caso en Andorra. La fiscalidad internacional lleva años tratando de avanzar en una solución en este asunto e impulsar un cambio de paradigma desde la imposición a los contribuyentes allí donde residen, hacia un nuevo esquema de imposición al contribuyente allí donde genera el beneficio, pero hasta la fecha ha avanzado a duras penas en el caso de las empresas y ni ha comenzado en el caso de los particulares. 

Fuentes del ámbito tributario advierten que, además, en el caso de personalidades como 'El Rubius' o el resto de 'influencers' la solución es aún más compleja, ya que sus contenidos audiovisuales se lanzan a una red que es global, con independencia de que tengan seguidores más en un territorio que en otro, lo que complica aún más los mecanismos de imposición.

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