Más de 150.000

El número de personas que deja su empleo para formarse marca un máximo en 2023

El crecimiento es especialmente significativo entre los jóvenes de 16 a 24 años, que tras acceder por primera vez al mercado laboral ven que este no cumple sus expectativas de salario, condiciones o jornada y optan por estudiar. 

Trabajador estudia
El número de personas que deja su empleo para formarse marca un máximo en 2023. 
EUROPA PRESS

Hasta 150.200 personas en edad de trabajar estaban inactivas en España por decisión propia en el primer trimestre de 2023. Todos ellos habían decidido dejar su último puesto de trabajo para ampliar su formación, tras comprobar que este no cumplía con sus expectativas de salario, condiciones o jornada de trabajo y ver oportunidades de mejora por esta vía. Esta cifra supone el máximo desde que la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el INE comenzó a preguntar esta cuestión, en el segundo trimestre de 2020, después de que el estallido de la pandemia de coronavirus cambiase los planes de millones de trabajadores alrededor del mundo. Entonces, 145.600 ciudadanos aseguraban que este era el motivo por el que habían terminado su última relación laboral, mientras que en 2021 y 2022 el dato no superó los 130.000. 

Ahora, el escenario es muy distinto, muchas compañías han dejado atrás el teletrabajo y el empleo se ha reactivado en términos generales -a pesar del dato agridulce anotado hasta marzo- sin embargo, la mentalidad de trabajadores y candidatos ha cambiado. En este proceso no se puede obviar la incorporación de la generación Z (nacidos a finales de los 90 o principios de los 2000) a las plantillas, a los que muchos atribuyen una diferente escala de valores en la que la salud mental y el descanso ocupan un lugar prioritario frente a extender la jornada laboral para hacerse con la aprobación de sus compañeros. 

Son los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años, los que cada vez más deciden renunciar a sus trabajos para invertir en su formación. Un total de 112.000 ciudadanos que se sitúan en esta franja de edad estaban inactivos hasta el mes de marzo por este motivo, 7.600 más que en peor momento de la pandemia, según los datos recopilados por el INE. Además, resulta llamativo que tanto en este tramo de edad como en el escenario general, cada año se marca un pico en el número de personas que permanecen activas tras haber tomado esta decisión en el primer trimestre, si bien el de 2023 es mucho más acentuado. En contra de lo que se podría pensar a primera vista, no sucede lo mismo en el tercer trimestre -de hecho el número cae en picado-, cuando es habitual que den comienzo los cursos reglados, lo que puede indicar que se recurre a formaciones más cortas y especializadas. 

El número de personas que están inactivas por este motivo desciende a medida que aumenta la edad del antiguo trabajador y el salto es especialmente drástico al poner el foco en los jóvenes que tienen entre 25 y 34 años. En el primer trimestre de 2023 apenas 32.800 dijeron haber dejado su último trabajo para ampliar su formación, 900 menos que al inicio de la pandemia. Una pauta que también se aprecia en la población con edades comprendidas entre los 45 y los 54 años y los que superan los 55 años, en las que esta respuesta es prácticamente anecdótica, ya que el fin del contrato se consolida como el principal motivo por el que terminaron su última relación laboral. 

En términos generales, el número de hombres que se encuentran en esta situación es superior al de mujeres, son 79.300 frente a 70.900. También son más entre los jóvenes, pero la situación se invierte a partir de la treintena, hay casi mil mujeres más en la franja de 35 a 44 años, mientras que a partir de los 45 el número de hombres se reduce a cero a partir de los últimos trimestres de 2022. Estos datos están estrechamente relacionados con el nivel de formación, ellas son más en las universidades, tanto en los estudios de grado como de máster, lo que explica que también sean más propicias a continuar ampliando su formación durante su carrera profesional, incluso si esto implica hacer parones en su trayectoria. 

Es difícil aventurar cuál va a ser la evolución, dado que no se corresponde con una situación concreta del mercado de empleo, los picos anotados en 2020 y 2023 responden a dos escenarios muy diferentes, a pesar de que la incertidumbre haya pasado a marcar la pauta de la economía y el empleo. En el primer trimestre, se ha destruido empleo tanto en el sector privado como en el público, al cerrar con 11.000 ocupados menos que en diciembre y sumar un total de 103.800 parados. Esta caída no tiene nada que ver con la registrada entonces, cuando el número de ocupados se recortó en más de un millón, a pesar de que el número de parados solo sumó 55.000 gracias a la puesta en marcha de los ERTE. Sin embargo, ambos casos comparten la voluntad de miles de trabajadores de invertir a título particular en su educación como paso para conseguir cubrir sus expectativas laborales. 

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