Comienzan en Francia las obras de la interconexión del Golfo de Vizcaya

Tras la última autorización medioambiental, han comenzado las obras para la interconexión eléctrica entre España y Francia por el Golfo de Vizcaya, informaron este miércoles fuentes diplomáticas. Seignosse, cerca de la ciudad de Capbreton en el departamento de Las Landas, y Le Porge, en las proximidades de Burdeos, son las primeras poblaciones que iniciaron las obras el pasado lunes, precisaron las fuentes.

Eso fue posible una vez recibido el visto bueno del Ministerio de la Transición Ecológica de Francia, que incluía permisos por la intervención en el medio acuático, por el impacto potencial sobre especies protegidas, por incidencias sobre los espacios naturales de protección de la red europea Natura 2000 y una demanda de autorización para desbrozar el terreno.

El proyecto se tramita de forma independiente en Francia, donde el responsable es Red de Transporte de Electricidad (RTE), y en España, donde Red Eléctrica ya cuenta con la declaración de impacto ambiental, ha completado su periodo preceptivo de información pública y dispone igualmente de la autorización administrativa previa.

Con esos permisos, Red Eléctrica indicó a 'EFE' que está previsto iniciar los trabajos durante el actual mes de octubre, de acuerdo con el calendario presentado a comienzos de 2023. Las obras deberían prolongarse hasta 2027 para una entrada en servicio al año siguiente.

Mira también

Costa asegura que habrá interconexión ibérica aunque sea "con otro nombre"

RTE asume un 46,2% del presupuesto

El presupuesto, de acuerdo con la revisión al alza comunicada en marzo, es de 2.850 millones de euros, aunque al mismo tiempo se ha fijado un límite máximo de 3.100 millones, ya que hay una provisión por riesgos de otros 250 millones.

Teniendo en cuenta la subvención otorgado por la Unión Europea, de 578 millones de euros, RTE asumirá el 46,2% del presupuesto, es decir 1.161 millones. En caso de que se superara la partida que se ha fijado, el reparto a partir de ahí sería equitativo, es decir un 50% para cada una de las dos empresas que constituyen el consorcio responsable Inelfe.

Con la nueva línea se duplicarán las capacidades actuales de intercambio de electricidad entre España y Francia hasta 5.000 megavatjios, lo que representa aproximadamente el 5 % de la capacidad de generación instalada en España. Es decir, que las interconexiones eléctricas entre los dos países seguirán muy por debajo de los objetivos que se había fijado la Unión Europea, que debían ser del 10% de la capacidad instalada para 2020 y subir al 15% para 2030.

La infraestructura cubrirá una distancia de 400 kilómetros entre Cubnezais, cerca de Burdeos, y Gatika, en Vizcaya, con estaciones de conversión en los dos extremos. De todo ese recorrido, unos 300 kilómetros de la línea serán submarinos y 100 kilómetros subterráneos.