Tras la sentencia del Supremo

La demolición de Valdecañas hunde los pueblos aledaños: "Nos tenemos que ir"

Los vecinos de los municipios de El Gordo y Berrocalejo temen que la desaparición del complejo del que llaman ya 'el Algarrobico extremeño' lleve a la ruina sus negocios y la economía de toda la comarca.

Hotel Husa Golf Valdecañas HUSA (Foto de ARCHIVO) 21/1/2011
"Nos iremos de aquí": el impacto de la demolición del Algarrobico extremeño.
HUSA

Son las 2 de la tarde en El Gordo, municipio extremeño de la provincia de Cáceres. Hace poco más de dos semanas que el Tribunal Supremo le daba la razón a los ecologistas y ordenaba la demolición de un complejo de lujo cuya construcción empezó en 2007. Los 300 habitantes de este pueblo, más los 91 de Berrocalejo, se verán afectados por la 'onda expansiva' de esta bomba que acabará con unas instalaciones que directa o indirectamente daban de comer a estos dos núcleos poblacionales. 

La 'isla extremeña' agoniza, y con ella, la zona que la rodea. Andrés es uno de los afectados por la decisión del derribo. Es propietario del Restaurante Hostal Las Cigüeñas y teme que la sentencia del Alto Tribunal arruine su negocio: "Tendremos que emigrar de nuevo". Andrés y su familia son del pueblo 'de toda la vida' y ya conocen lo que es abandonar sus raíces: hace unos años tuvieron que trasladarse a Mallorca, donde abrieron un restaurante: "Decidimos alquilarlo y venirnos a El Gordo, pero con esto del derribo podríamos perder mucha clientela", sentencia sin ningún atisbo.

La primera sentencia que paralizó las obras del resort de lujo se produjo 11 años atrás. Pero ha sido hace dos semanas cuando el Supremo ha liquidado todo tipo de esperanza de los perjudicados. La decisión del Alto Tribunal confirmaba las resoluciones del TSJ de Extremadura que ordenaron la “reposición de los terrenos a que se refieren las mencionadas actuaciones a la situación anterior a la aprobación de dicho Proyecto y los actos que se hubieran ejecutado con fundamento en el mismo”. 

El 60% de los clientes del negocio de Andrés son trabajadores del complejo: "Si finalmente se lleva a cabo la demolición, muchísima gente que pasa por aquí a comer o a echarse algo dejaría de hacerlo". Este hostelero cuenta a La Información que no será el único al que le afecte la sentencia: "En el pueblo puede haber más de 100 personas que trabajen en la Isla de Valdecañas". Teme que el municipio se convierta en un 'pueblo fantasma' y que la vida se reduzca a cenizas: "Esto da de comer a muchísima gente. Si finalmente se produce, sería imposible mantener mi negocio".

La isla de Valdecañas cuenta, al menos hasta ahora, con un hotel, un campo de golf, zonas de hostelería y hasta 185 chalets de lujo. Todo ello sería derrumbado según la sentencia del Supremo. Un 'viacrucis' judicial que comenzaba hace ya 15 años, cuando Ecologistas en Acción y Adenex denunciaron ante los tribunales las obras del resort de lujo que se estaba levantando en una zona protegida en los términos municipales de El Gordo y Berrocalejo, cerca de Navalmoral de la Mata y junto al embalse de Valdecañas.

Sin embargo, su demolición acarrearía consecuencias nefastas para los negocios del pueblo, como la tienda de autoservicios de Carmen. La propietaria atiende a este periódico con cierta indignación. No duda en denunciar lo que ella considera una injusticia: "Es una barbaridad, no se puede pensar otra cosa". Cree que esto le afectaría directamente a su negocio: "La tienda, según el material que tengo, no puede sobrevivir solo con el pueblo. No digo que tenga que cerrar, pero tendría que retirar productos". Carmen denuncia que no les han ofrecido ninguna alternativa: "No aceptan nada. Solo quieren derribo, derribo y derribo".

Mientras tanto, algunos propietarios de chalets de lujo de la Isla de Valdecañas no han perdido el tiempo: ya han puesto a la venta sus casas en portales digitales destinados a ello. Por el 'módico' precio de 452.000 euros usted puede adquirir esta exclusiva propiedad que, según apuntan los autos judiciales, próximamente será demolida. Mientras la sentencia se hace efectiva, los vecinos de los aledaños del lujoso resort depositan todas sus esperanzas en el recurso que presentará la Junta de Extremadura para paralizar el proceso.

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