"Por primera ve tenemos oportunidad de erradicar el hambre en el mundo"

  • Por primera vez en la historia "tenemos la oportunidad de erradicar el hambre en el mundo", asegura el nuevo responsable de la FAO, el brasileño José Graziano, quien en pocos días asumirá la dirección general de la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Manuel Fuentes

Santiago de Chile, 7 dic.- Por primera vez en la historia "tenemos la oportunidad de erradicar el hambre en el mundo", asegura el nuevo responsable de la FAO, el brasileño José Graziano, quien en pocos días asumirá la dirección general de la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

José Graziano da Silva (1949), asesor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y artífice del programa "Hambre Cero", ha estado al frente de la oficina de la FAO en América Latina desde 2006, el año en que estalló la "crisis alimentaria", pero el próximo 1 de enero sucederá al frente de este organismo al senegalés Jacques Diouf.

"Mi elección ha creado muchas expectativas, pero las circunstancias actuales son bastante desfavorables", los cambios de gobierno y la crisis económica "pueden retrasar muchas de las medidas que se pensaba implementar con más rapidez", advierte.

Elegido en junio pasado por 92 votos frente a los 88 del exministro español de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, Graziano se ha propuesto "construir un puente" entre los países ricos y pobres, porque "la FAO -advierte- no puede estar dividida en el combate contra el hambre".

Aunque algunos analistas sostienen que su elección es un triunfo del continuismo en una organización dirigida en los últimos 35 años por representantes de economías en desarrollo, Graziano sostiene que se trata de un reconocimiento a la contribución de los países latinoamericanos a la seguridad alimentaria mundial.

"En América Latina tenemos hoy 120 millones de personas muy pobres que están siendo asistidas para que puedan vivir con dignidad. Hemos aprendido de la crisis y contamos con mejor capacidad para afrontar los problemas".

La actual crisis económica, que afecta sobre todo a países desarrollados, pueden hacer que disminuyan las aportaciones que los países europeos y Estados Unidos para el funcionamiento de la FAO.

"Sin duda va a haber recortes. Ya estamos preparados para ello. La estrategia será muy simple: usar mejor el presupuesto e incrementar la cooperación técnica entre los países del sur", apunta.

Y para que los gobiernos tomen conciencia de la necesidad de impulsar la seguridad alimentaria, Graziano piensa aplicar la misma fórmula que en América Latina: promover leyes de seguridad alimentaria, alentar la participación de la sociedad civil e implementar programas de alimentación escolar.

El final del mandato de Graziano, en 2015, coincidirá con el plazo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el primero de los cuales es erradicar la pobreza extrema y el hambre, una meta que a día de hoy se antoja muy lejana.

"Soy consciente de las dificultades que tenemos, pero también sé que si nos concentramos, podemos dar un gran salto".

Por eso, nada más asumir la dirección general, presentará al consejo de la FAO una lista de los países pobres que están enfrentando el problema del hambre, "para prestarles toda la asistencia técnica y financiera que se pueda".

Pero el principal obstáculo para acabar con el hambre en el mundo no es de índole burocrática, sino mucho más descarnada.

"El hambre sigue vinculada a la guerra. Los países donde proporcionalmente tenemos mayor número de hambrientos son los que están en conflicto, como Somalia, por ejemplo", advierte el nuevo director de la FAO.

"Sin duda la situación en Somalia es nuestra preocupación central; para poder dar respuestas pronto vamos a coordinar mejor la actuación de FAO, del Programa Mundial de Alimentos y del Fondo de Desarrollo Agrícola".

Otra de las actuaciones perentorias será frenar la volatilidad en los precios de los alimentos, una situación que Graziano cree que puede mejorarse aprovechando la presidencia mexicana del G-20.

Algunos expertos consideran que los mercados de futuros han fomentado una volatilidad extrema en los precios de los alimentos.

Sin embargo, para Graziano "el problema no son los mercados de futuro -que son muy importantes para regular las situaciones de oferta y demanda- sino la completa desregulación de los mercados financieros".

Ayudaría mucho "tener una regulación que impida que los alimentos sean tratados de la misma manera que los productos financieros", apunta el director de la FAO.

La producción de biocombustibles, las subvenciones agrícolas o las barreras comerciales son temas de naturaleza eminentemente política y económica que acaban afectando a la seguridad alimentaria. Al respecto, Graziano es consciente de sus limitaciones.

"La FAO hace recomendaciones, peso son los gobiernos quienes tienen autonomía política y administrativa para implementar acciones", puntualiza.

Convencido de que actualmente "hay un reequilibrio del poder político a nivel global" que otorga mayor protagonismo a los países emergentes, José Graziano quiere aprovechar la reforma emprendida por la FAO para abanderar los cambios en el sistema de Naciones Unidas.

"Podemos dar un buen ejemplo, los países en desarrollo pueden estar mejor representados", asegura el nuevo director general de la FAO, quien sueña con una organización "menos burocrática y más efectiva".

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