El precio de la vivienda ha frenado su avance en el segundo trimestre del año. Lo ha hecho con suavidad, puesto que los inmuebles se encarecen de media un 8% en relación al mismo periodo de hace un año. Los precios venían de registrar entre enero y marzo su mayor incremento en 15 años. Por entonces la economía solo había empezado a notar una parte de los efectos de la invasión de Ucrania, que han ido agravándose para buena parte de Europa a medida que avanzaba el año. Y por entonces, la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo todavía parecía lejana (los incrementó por primera vez en más de once años el pasado mes de julio).
Según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado este jueves, con el alza del segundo trimestre, el precio de la vivienda libre acumula ya más de ocho años de subidas. Por tipo de vivienda, el precio de la obra nueva avanza un 8,8% en comparación con el mismo periodo de hace un año. Esto implica que la tasa se ha moderado 1,3 puntos en relación al primer trimestre.
Mientras, el precio de la vivienda de segunda mano aumentó un 7,9% en tasa interanual, tres décimas por debajo de lo que lo hizo de enero a marzo. Si se compara el segundo trimestre con el primero, los inmuebles se encarecieron un 1,9%, siete décimas menos que en los tres primeros meses de este ejercicio y su sexto trimestre consecutivo al alza.
Los precios de la vivienda nueva apenas experimentaron variación en el segundo trimestre, con una subida trimestral del 0,1%, frente al 3,2% que se anotaron de enero a marzo. Al mismo tiempo, los precios de la vivienda de segunda mano aumentaron un 2,3% entre abril y junio, una décima menos que en el primer trimestre.
No son las únicas cifras que evidencian un cierto enfriamiento del sector. De acuerdo con los datos que maneja el Colegio de Registradores, en julio se inscribieron un total de 49.177 operaciones para adquirir inmuebles. Esta cifra apenas supone un incremento del 7% en relación a julio del año pasado. Es un alza muy inferior al que venía registrándose cada mes a lo largo del último ejercicio. En junio, por ejemplo, las compraventas de viviendas subieron un 18,3% y en mayo lo habían hecho un 27,5%.
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