El precio de la vivienda, nueva o usada, volvió a incrementarse en enero, un 3,3%, y acumula dos años completos de subidas tras los efectos de la Covid-19, que provocó retrocesos moderados. Este alza es, a la vez, la menor subida de los precios de los pisos desde septiembre de 2021, según los datos difundidos este martes por la tasadora Tinsa, una de las principales del país. De acuerdo con los datos que maneja la firma, el precio medio de los inmuebles en España se ha disparado un 38,9% desde agosto de 2015, el mes en el que el Índice General que elabora inició una tendencia ascendente tras la crisis financiera.
En las islas, la subida rozó el 9% (8,9%), siendo el mayor incremento en el territorio nacional con respecto a enero del año pasado. Un nuevo aumento que deja los precios en Canarias y Baleares solo un 3% por debajo de los máximos que registraron en los años del bum inmobiliario, entre 2007 y 2008.
Tras las islas, los mayores incrementos de precios de la vivienda se registraron en la costa mediterránea (4,3%); en las capitales y grandes ciudades (2,9%); en las áreas metropolitanas (2,8%). En el resto de municipios la vivienda se encareció un 2,1% en enero.
Contracción del crédito hipotecario
Según señala Tinsa, en enero continuó la estabilización de los precios residenciales en un contexto de desaceleración de las compraventas ante la contracción en el crédito hipotecario concedido tras las sucesivas subidas de los tipos de interés. No obstante, la demanda, pese a haber caído, sigue superando a la oferta y sosteniendo los precios, explica la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias.
A pesar de la subida del 3,3% que se anotó la vivienda en tasa interanual, con respecto al mes anterior (diciembre) se anotó una discreta caída del 0,1%. En las áreas metropolitanas la variación mensual arrojó una caída del 0,3%. En el resto de grupos analizados la vivienda se encareció un 0,3% en las islas y un 0,2% en la costa mediterránea. En las capitales y grandes ciudades y en el resto de municipios, el precio no varió con respecto a diciembre.
En este contexto de moderación de los precios, Arias subraya que no se perciben por el momento señales preocupantes sobre la salud de la demanda local ya que el empleo sigue resistiendo y la tasa de dudosidad se mantiene en niveles moderados.
Lejos de los máximos de 2008
Con estos valores, el precio de la vivienda nueva y usada está a un 18% de los máximos históricos que registró entre 2007 y 2008, con las islas muy cerca de alcanzarlos. Además, desde los mínimos que marcó en 2015 tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el precio de la vivienda se ha incrementado un 38,9%.
"El empleo sigue resistiendo y la tasa de dudosidad se mantiene en niveles moderados. Esto continúa suponiendo un indicador de solvencia de la demanda", asegura la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias.
