Al 4,5%,  el nivel más alto en 20 años

El BCE mantiene tipos y Lagarde sitúa las rebajas en verano: "Ahora es prematuro"

La presidenta del banco central considera "prematuro" hablar de rebajas de tipos de interés en este momento y sitúa el primer movimiento en ese sentido para el verano: "Dependemos de los datos, no de las fechas"

Lagarde (i) camina junto a Guindos (d) hacia la rueda de prensa.
Lagarde (i) camina junto a Guindos (d) hacia la rueda de prensa.
BCE vía La Información

El Banco Central Europeo (BCE) ha optado por mantener los tipos de interés por tercera reunión consecutiva, tal y cómo se esperaba, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación seguirá en el 4,5%, la tasa de depósito permanecerá al 4% y la facilidad de préstamo en el 4,75%. También mantiene invariable su intención de reducir en 7.500 millones de euros mensuales la cartera de deuda del PEPP (programa de compras pandémicas) y prevé poner fin definitivamente a las reinversiones de ese instrumento "al final de 2024". 

En un escueto comunicado, la autoridad se reafirma en que "los tipos de interés oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario". Sobre la breve de la declaración, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, fue clara y directa para evitar malinterpretaciones: "Estamos tratando de ser un poco más simples con nuestras palabras, así que no prestes demasiada atención a los cambios de palabras en nuestra declaración". 

El BCE comenzó a endurecer su política monetaria en julio de 2022 y ha llevado a cabo diez subidas consecutivas del precio del dinero desde entonces, del 0% al 4,5%, que sitúa la referencia oficial de financiación en máximos de 20 años. De este modo, la autoridad monetaria busca zanjar cualquier expectativa sobre rebajas de tipos a corto plazo que los mercados vienen descontando desde el año pasado, en un movimiento que había desanclado a los inversores de la marcha del BCE.

La presidenta de la autoridad monetaria considera "prematuro" hablar de rebajas de tipos ahora y sitúa el primer movimiento en ese sentido para verano: "Mantengo mis comentarios [sobre posibles recortes de tipos en verano] Dependemos de los datos, no de la fecha., (..,.) Todo lo que puedo decir es que el consenso en torno a la mesa del Consejo de Gobierno de esta mañana fue que era prematuro discutir recortes de tipos. Es tan simple como eso", señaló Lagarde en la rueda de prensa. "Estamos viendo cierta estabilización en los índices de salarios. Se observa una ligera reducción de las vacantes anunciadas y el crecimiento salarial ya está disminuyendo. No vemos efectos de segunda ronda", añadió.

La determinación en el mensaje del BCE se produce tras el aumento de la tasa de inflación interanual en la zona euro en diciembre, alcanzando un 2,9%, medio punto porcentual superior al incremento observado el mes anterior y marcando su lectura más elevada desde octubre. Al mismo tiempo, Eurostat ratificó que el Producto Interno Bruto (PIB) de la eurozona experimentó una contracción del 0,1% en el tercer trimestre frente al crecimiento del 0,1% en el segundo. 

Para Lagarde, esa contracción indica el riesgo de una recesión pero no que se haya producido debido a los datos de desempleo que se sitúan en niveles mínimos históricos en la mayoría de países de la zona euro, salvo en España y alguna otra economía. "No estamos en recesión con semejante tasa de desempleo", dijo la banquera gala. Sin embargo, sí que ahondó en la debilidad de algunos indicadores adelantados que siguen en contracción pero que parecen levantar cabeza.

"Las cifras del PMI (gerentes de compras) son una pequeña señal de estabilización y de que se está produciendo una recuperación. En términos de estadística, estamos viendo datos concretos que son débiles, como la producción industrial y las ventas minoristas. Si miramos los PMI, vemos algunas cifras alentadoras", aseguró Lagarde. No obstante, la presidenta del BCE también apuntó que se está produciendo un aumento de los costes en los envíos internacionales vía marítima por el impacto de la actual crisis en el Mar Rojo, que esta dañando el comercio global en esa arteria vital que conecta el Océano Índico con el Mediterráneo en el estrecho Mandeb.

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