Ginebra, 23 ago.- El consejo ejecutivo para la creación de un Fondo Verde en favor del clima, auspiciado por la ONU, se reunió hoy por primera vez en Ginebra, después de numerosos retrasos por las diferencias entre países sobre políticas medioambientales.
El objetivo principal de este Fondo, cuyas fuentes de financiación siguen estando en el aire, es ayudar a los países en desarrollo a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a las condiciones derivadas del cambio climático.
Su creación fue adoptada en la conferencia del clima de Cancún (México) en 2010 y ratificada en la conferencia de Durban (Sudáfrica) el pasado mes de diciembre.
El Fondo Verde debe gestionar y promover la financiación de proyectos para los países emergentes a partir de 2013 y hasta 2020, año a partir del cual los Estados se comprometen a aportar anualmente 100.000 millones de dólares, algo a lo que se comprometieron en la Conferencia de Copenhague en 2009.
Sin embargo, en Durban no se logró ningún avance concreto sobre la manera de financiar este fondo, sobre todo después de que EEUU expresara sus reticencias a la creación de un mecanismo multilateral y abogara por la implicación financiera de los países beneficiados.
La propia composición del consejo ejecutivo del Fondo ha sido muy complicada, ya que debía incluir a representantes de 24 países: 12 Estados desarrollados y 12 Estados en vías de desarrollo.
Los representantes de los Gobiernos, nombrados para un periodo de tres años, son en su mayoría altos funcionarios de los ministerios de Finanzas, Medio Ambiente y ayuda al desarrollo.
Los representantes de Sudáfrica y Australia fueron elegidos hoy copresidentes del consejo ejecutivo.
África está representada por Benin, Sudáfrica y Egipto; Asia por China, Indonesia y la India, y América Latina por Belice y México.
Por parte de los países industrializados acuden Australia, Dinamarca, Francia, Alemania, Japón, Noruega, Polonia, España, Rusia, Suecia, el Reino Unido y Estados Unidos.
Hasta finales de 2013, la secretaría interina del Fondo Verde tendrá su sede en Bonn (Alemania), ciudad que acoge ya la secretaría de la Convención sobre el cambio climático.
El Banco Mundial, que gestiona numerosos fondos de inversión en favor del clima, es el encargado de administrar provisionalmente los aspectos financieros del Fondo hasta que se alcance una mayor concreción acerca de las modalidades y las cantidades a aportar.
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