Finanzas y economía del hogar

Qué hacer frente a gastos imprevistos: cuándo conviene utilizar los ahorros

Ante un desembolso inesperado se puede utilizar el dinero ahorrado o bien solicitar un préstamo.

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de wirestock en Freepik.

Aunque tratemos de organizar nuestra economía y prever nuestros gastos mensuales, siempre hay algún momento puntual en el que nos llega un recibo o una factura imprevistos, una avería que no habíamos contemplado y que sobrepasa nuestro presupuesto o cualquier otro tipo de sorpresa que nos descoloca las cuentas. 

Los gastos imprevistos pueden ser de varios tipos. Los habituales son las reparaciones del coche, de electrodomésticos, algún desperfecto del hogar que no cubra nuestro seguro... Pero también lo pueden ser pagos de educación que no habíamos contemplado hasta ahora, necesidades veterinarias de nuestras mascotas o incluso los impuestos si no hemos tenido una buena planificación fiscal.

Hay varias maneras de financiar un gasto de este tipo, sobre todo si excede nuestra capacidad de hacerle frente con los ingresos mensuales de los que disponemos. De entre todas estas opciones, mucha gente se plantea echar mano a los ahorros personales para poder pagar un gasto no previsto. 

Para saber cuándo es conveniente usar nuestros ahorros para sufragar gastos de este tipo, ING explica cuatro supuestos en los que es aconsejable abrir la hucha, siempre después de haber meditado la decisión. Si tienes un fondo de emergencia para imprevistos y es suficiente para financiar tus gastos inesperados sin agotarlo sería el primer supuesto. 

También pueden utilizarle los ahorros si el tipo de interés del préstamo es demasiado alto y no salen las cuentas para financiar el gasto o si la cuantía de este es baja y no supone un pago excesivo. Por último, si al estudiar la posibilidad de pedir un préstamo las condiciones son muy complejas es más conveniente usar los ahorros. 

Opciones paga pagar gastos imprevistos

Además de usar los propios ahorros, ING explica otras opciones para hacer frente a este tipo de pagos inesperados. La primera es solicitar un préstamo siempre que el tipo de interés sea conveniente y las condiciones sean simples (o cuando la cantidad del pago sea tan alta que no podamos cubrirla con nuestros ahorros). 

Por otro lado, hay ciertos pagos que se pueden fraccionar y financiar directamente con nuestra tarjeta de crédito (siempre prestando atención a las condiciones) o bien se puede solicitar un adelanto de la nómina a nuestra entidad bancaria.

Mostrar comentarios