El registro horario obligatorio siembra el caos entre 600.000 autónomos y pymes

CONTROL HORARIO
CONTROL HORARIO

La segunda jornada de aplicación del registro horario obligatorio arranca con más dudas que certezas en las empresas, sobre todo entre las más pequeñas. La nueva normativa ha sembrado el "caos total", según revelan fuentes del sector empresarial en estas primeras horas de vida de la medida que se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado mes de marzo, pero no entró en vigor hasta este domingo, 12 de mayo. 

El principal problema: más de medio millón de actividades no pueden aplicarlo, simplemente, porque no disponen de un centro de trabajo. En concreto, "600.000 autónomos y pequeñas empresas no tienen centro de trabajo físico", según denuncia a La Información el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, Lorenzo Amor.

¿Cómo introducir este imperativo en profesiones como la de los comerciales, los transportistas, los trabajadores del campo o los fontaneros que van realizando trabajos de casa en casa? ¿Cómo deben fichar estos trabajadores? El vacío legal es total y afecta especialmente a las empresas con plantillas más reducidas. Esto es, al 95% del tejido empresarial español que se compone de compañías con menos de cinco  trabajadores.

En general, las lagunas de la nueva normativa han sumido en una gran incertidumbre a todo el sector empresarial. El real decreto ley aprobado el pasado 8 de marzo por el Gobierno socialista solo establece que las empresas están obligadas, a partir de esta semana, a garantizar el registro de la jornada de sus trabajadores, pero no concreta cómo, y deja el diseño de la herramienta al albur de la negociación colectiva. 

Los empresarios han tenido dos meses para negociar con los representantes de los trabajadores cómo aplicar en sus compañías el registro horario obligatorio. Pero "la mayoría de las negociaciones no han llegado a buen puerto", según apuntan fuentes sindicales. Por eso, llegados a este punto, a pesar de la entrada en vigor de la norma, "en muchas empresas en las que hasta ahora no se fichaba, no se está aplicando". "Hay un total desconocimiento", denuncian.

Ante este panorama, ATA recomienda no aplicar la normativa. "No se debería aplicar hasta que haya un reglamento que garantice seguridad jurídica y estipule todas las diferentes formas de desarrollo en las distintas actividades", apunta Amor. El portavoz de los autónomos habla de "incertidumbre y cabreo" en el sector y de "poca aplicación" ante la ambigüedad de la norma.

Multas de hasta 6.250 euros

Hay que recordar que, tal y como está diseñada en el decreto, en estos momentos la nueva normativa afecta a todas las empresas que operan en España, sin excepción. Sin embargo, el propio texto admite que el Gobierno desarrollará el reglamento más adelante y podrá establecer especialidades en las obligaciones de registro de jornada para aquellos sectores, trabajos y categorías profesionales que por sus peculiaridades así lo requieran. 

El Ministerio de Trabajo tiene previsto difundir a lo largo del día de hoy una "guía práctica" para las empresas "con el fin de establecer unos criterios que sirvan de orientación a empresas y trabajadores", pero "no está previsto expresamente en la norma el desarrollo reglamentario". Con lo cual, no se espera que este manual vaya a despejar las dudas. La intención es dar un empujón a las negociaciones internas en las empresas para que lo apliquen cuanto antes, aunque la Inspección de Trabajo ya ha comunicado que dará más margen a los negociadores. No se ha concretado hasta cuándo pero, de momento, no habrá multas. Cuando las haya podrán alcanzar los 6.250 euros.

La guía "no solucionará las diferentes casuísticas", a juicio de Amor, que critica que "cuando una ley entra en marcha y ni el Gobierno sabe cómo aplicarla solo se puede decir que es una chapuza".  "Una traba más para muchos autónomos y pequeñas empresas", denunciaba ayer mismo en su cuenta de Twitter, donde hacía esta comparación, en referencia a la obligación de registrar la jornada para acabar con el lastre de las horas extra impagadas: "Es como si se pusiera un limitador de velocidad a todos los coches por que hay algunos conductores que circulan a 180 kilómetros por hora".

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