A lo largo de los últimos años se han vuelto especialmente populares en España los planes de ahorro como previsión para poder disfrutar de una mayor calidad de vida en el momento de la jubilación. Uno de los instrumentos para conseguirlo es la renta vitalicia, un seguro de vida que nace como respuesta a las inquietudes de muchas personas para su vida después de finalizar su vida laboral, como la pérdida del poder adquisitivo.
De esta forma, a través de las rentas vitalicias se garantiza que el titular recibirá una renta periódica (habitualmente mensual) hasta el momento en el que fallezca. Se trata de un instrumento privado que sirve para mantener el nivel de vida con la pensión que se recibe al jubilarse.
Cómo funciona una renta vitalicia
La renta vitalicia es un producto que permite al titular recibir una renta de forma estable y periódica, la cual se pacta previamente, hasta el momento de su fallecimiento. De esta manera, se asegura un pago recurrente por el resto de sus días, pagos que no dependen de la evolución de los mercados financieros.
Se trata de un producto que cuenta con algunas ventajas fiscales y que, cuando se produce el fallecimiento del titular, el dinero correspondiente a la prima aportada o parte de la misma, según la modalidad contratada, será transferido a las personas que se hayan designado con anterioridad.
Dicho de otra forma, partiendo de una aportación única inicial, la entidad tiene el compromiso de devolver una renta periódica hasta fallecer, independientemente de cuando se produzca, y a posteriori, el dinero del seguro se repartirá entre quienes corresponda.
En lo que respecta al importe de la renta a percibir, los pagos dependen de la edad en el momento de la contratación, del importe de la prima inicial y la modalidad elegida, así como del tipo de interés técnico ofrecido por la aseguradora.
Ventajas de las rentas vitalicias
En lo que respecta a las principales ventajas de las rentas vitalicias, tenemos que destacar la seguridad que proporciona, ya que garantizan un ingreso periódico y constante en una etapa de la vida, como es la jubilación, en la que no se suelen percibir ingresos por trabajo, y con la tranquilidad de que el ingreso se prolongará hasta el momento del fallecimiento.
Además, se trata de un buen complemento a la pensión que se pueda percibir y, cuanto mayor sea la edad a la que se contrata la renta vitalicia, se disfrutará de mayores ventajas fiscales, ya que se tributará solo por un porcentaje de la renta percibida, siendo esta menor cuantos más años tenga el beneficiario.
Por último, conviene destacar que puede ayudar a la hora de llevar a cabo la planificación de la herencia, porque al ser un seguro, es posible designar a un beneficiario en caso de fallecimiento, que no necesariamente tiene que coincidir con los herederos forzosos.
