Cuentan con tres meses

Requisitos de los autónomos para deducir sus facturas en la Renta 2021

En una etapa de inflación y gran inestabilidad económica, ahorrar en la declaración de la Renta puede convertirse en una prioridad para un gran número de trabajadores por cuenta propia.

Euros y calculadora.
Euros y calculadora.
Imagen de Freepik.

El mes de abril marca el inicio de la Campaña de la Renta 2021 y no solo los contribuyentes que hayan recibido ingresos superiores a 22.000 euros de un pagador tendrán que presentar el borrador. Los autónomos también están obligados a declarar el estado de sus cuentas a Hacienda en los próximos tres meses. En una etapa gran inestabilidad económica por la guerra en Ucrania y la subida de la inflación, no son pocos los trabajadores por cuenta propia que tratan de hacer frente a la situación y posibles pérdidas, por tanto, ahorrar tanto como sea posible en la declaración de la Renta puede convertirse en una prioridad. 

Si bien el cálculo del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) resta los gastos asociados al negocio del interesado a sus ingresos, es importante destacar que solo se toman en cuenta aquellos desembolsos que se consideren "fiscalmente deducibles", para lo cual deben cumplir con una serie de requisitos.

Facturas deducibles

En primer lugar, el gasto debe encontrarse justificado, para lo cual la mejor opción es presentar la factura. También debe estar asociado a la actividad económica que desarrolla el trabajador por cuenta propia, de manera que no pueda deducirse un desembolso que no tenga que ver con su trabajo. Asimismo, debe encontrarse registrado en la contabilidad que lleve el autónomo, es decir, en el libro-registro que debe mantener al día de manera obligatoria.

La susodicha factura que se presente debe tener completados una serie de datos específicos, como lo son el número y, si corresponde, la serie a la que pertenece; la fecha en la que se expide y la que corresponde a la operación relevante o al pago anticipado si no coinciden entre sí. Además, serán necesarios los nombres, apellidos, razones o denominaciones sociales y domicilios, tanto del que expide la factura como el destinatario de la operación. No está de más indicar el Número de Identificación Fiscal (NIF) de quien expide la factura; los datos relevantes para describir la operación y determinar su base imponible, incluyendo su precio unitario sin Impuesto, descuentos y rebajas y el tipo impositivo aplicado; la cuota tributaria (que se deduciría si se justifica el gasto), y una mención del sistema especial en el que se pueda encontrar alguno de los interesados.

Los gastos que suelen justificarse para su deducción para los trabajadores por cuenta propia son las compras de mercancías o materias primas, aunque también los sueldos y salarios que se paguen a los empleados, así como las dietas y asignaciones de viajes, aportaciones a los sistemas de previsión social y otros gastos de personal, como con su formación, primas de seguro e indemnizaciones; el alquiler del local y dietas propias del negocio; los pagos a la Seguridad Social; servicios de profesionales independientes; gastos que correspondan a herramientas financieras; ciertos tributos inherentes a la práctica profesional, entre otros más específicos para cada negocio.

Cabe destacar que hay ciertos gastos que no necesitan de factura (aunque sí requieren algún documento que los avale) para poder justificar su deducción tributaria, como las cuotas de autónomos; los gastos bancarios y de contratos mercantiles; los salarios y seguros sociales, y los impuestos y tasas municipales.

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