Rodrigo Rato declara como imputado en el juicio sobre las cuentas de Bankia

  • El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, que fue director gerente del FMI, declaró hoy como imputado en el juicio que investiga las cuentas del cuarto grupo bancario español, que fue nacionalizado en mayo y que recibirá la mitad de la ayuda europea destinada a bancos de España.

María Luisa González

Madrid, 20 dic.- El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, que fue director gerente del FMI, declaró hoy como imputado en el juicio que investiga las cuentas del cuarto grupo bancario español, que fue nacionalizado en mayo y que recibirá la mitad de la ayuda europea destinada a bancos de España.

Rato, que es el último en comparecer de los 33 exdirectivos imputados a raíz de dos querellas, desveló en su declaración que, poco antes de su dimisión el 7 de mayo, el Gobierno de Mariano Rajoy le pidió un nuevo plan para la entidad, a pesar de que el anterior tenía el visto bueno del Banco de España, informaron fuentes jurídicas.

También explicó que a finales de marzo el grupo financiero presentó al supervisor un plan de saneamiento para cumplir con las provisiones inmobiliarias impuestas por el Ejecutivo en su primera reforma financiera.

Posteriormente, en los primeros días de abril se completó con otro plan, a iniciativa de BFA-Bankia, que resolvía dudas sobre la matriz (BFA) y que fue elaborado por Deloitte, la compañía que auditaba al grupo y que participó activamente en su salida a bolsa.

El exvicepresidente del Gobierno y también exministro de Economía en los gobiernos de José María Aznar (1996-2004) explicó que el proyecto, que serviría para cumplir con las exigencias de provisiones y disipar cualquier incertidumbre, recibió el visto bueno formal del Banco de España en abril.

Sin embargo, a pesar de la aprobación del organismo supervisor español, Rato reveló que las "autoridades" le pidieron que hiciera un nuevo plan en el que contemplara una caída de la economía peor que las previsiones más pesimistas.

La aprobación del plan no se produjo finalmente y decidió dimitir al sentir que había perdido la confianza de las autoridades, explicó, según las fuentes jurídicas.

El expresidente de Bankia insistió ante el juez en que las cuentas presentadas el 28 de marzo, con un beneficio de 309 millones de euros, eran el reflejo fiel de la compañía a cierre del ejercicio 2011.

Pero, a pocos días de su marcha, Deloitte presentó en la última reunión de los consejeros ahora imputados una reformulación de cuentas, en las que ni varió el beneficio operativo ni la morosidad, destacó.

Los cambios contables finales transformaron el beneficio neto de 309 millones en unas pérdidas de 2.979 millones, a las que se llegó, entre otras razones, por adelantar provisiones y poner en valor una cartera de participadas que no se preveía vender.

Las cuentas modificadas sirvieron de base al nuevo equipo para solicitar la inyección de fondos públicos.

Durante su declaración, Rato criticó al Banco de España porque le animó a incluir a Bancaja en la fusión que lideraba Caja Madrid con otras entidades y también al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y al actual, por sus requerimientos legales.

De hecho, argumentó que uno de esos requerimientos precipitó la salida a bolsa de Bankia, una opción que él valoraba a largo plazo pero no en el verano de 2011.

En esa operación, dijo, se ofreció al inversor información fiel de la entidad, certificada por los bancos colocadores: Deutsche Bank, Bank of America, JP Morgan y UBS y, nuevamente, con el visto bueno de Deloitte.

Rato recordó también que los preparativos para el debut bursátil fueron seguidos de cerca por los reguladores, entre ellos la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Las acciones de Bankia han perdido una gran parte de su valor desde su salida a bolsa y se han convertido en el peor valor del selectivo IBEX 35 y el tercero de toda la bolsa española, sólo por detrás de Banco de Valencia y Reyal Urbis.

Alcanzó su nivel mínimo, el 0,529 euros el pasado 17 de julio, pocos días antes de que Bankia celebrara su primer año en el mercado.

Rodrigo Rato dimitió el pasado 7 de mayo como presidente de Bankia, el cuarto banco del país surgido de una fusión de cajas de ahorro.

El Gobierno español decidió la nacionalización de BFA-Bankia, solicitada por el consejo de administración de la entidad financiera tras su dimisión.

Bankia es considerada una entidad sistémica por su tamaño, ya que es la cuarta mayor de España, pero tiene una cartera de créditos que la convierte en la primera firma hipotecaria del país.

Esta entidad recibirá casi la mitad de los 37.000 millones de ayuda europea destinada a los cuatro bancos españoles nacionalizados.

Mostrar comentarios