A la cabeza del avance en la Eurozona

S&P Global rebaja el PIB al 0,9% y sitúa la inflación de media en el 5,1% este año

En la firma prevén que el déficit cierre en el 4% este año, un nivel muy en línea con la previsión del Gobierno, si bien todo dependerá del ciclo electoral, que podría generar más gasto.

S&P Global
S&P Global rebaja el PIB al 0,9% y sitúa la inflación de media en el 5,1% este año
Europa Press

S&P Global ha reducido al 0,9% su estimación de crecimiento para la economía española este año, una previsión más pesimista que la fijada por el Gobierno en su último cuadro macroeconómico (2,1%) y por debajo, también, de las del Banco de España (1,3%) o la Comisión Europea (1%). La diferencia de cálculo con el Ejecutivo se debe a que esperan que el consumo y la inversión sean menos dinámicos de lo que contemplan previsiones oficiales. Con todo, ese modesto avance nos colocaría a la cabeza de las grandes economías europeas, puesto que la alemana o la italiana tendrían que encarar una leve caída de su actividad, del 0,5 y del 0,1%, respectivamente. El conjunto del área del euro se verá abocada a una estanflación, a un ejercicio de crecimiento débil conviviendo con tasas de inflación aún elevadas.

En el caso español, S&P sitúa de media el alza de los precios en el 5,1% este año, por lo que España volvería a estar entre los países menos golpeados por las presiones inflacionistas (en 2022 ya cerró como la economía del euro con una tasa anual de IPC armonizado más baja, del 5,5% frente al 9,2% de media). Así, calculan que la tasa anual de IPC en la Eurozona se situará de media en el 5,7% en el ejercicio. A pesar de este entorno complejo, en el que los principales riesgos a la baja seguirán estando en el aumento de los costes de financiación (en caso de que el Banco Central Europeo tenga que ser más agresivo con las subidas de tipos de interés) y en una escalada del conflicto en Ucrania, desde S&P Global inciden en que los datos de actividad que se han publicado recientemente sugieren que las economías de la región "son resistentes", como ha apuntado su director de Ratings Soberanos.

Marko Mrsnik ha situado entre estos elementos positivos la fortaleza del mercado de trabajo, que los precios de las materias primas se hayan contenido -también los del gas- y que los problemas de las cadenas de suministro globales hayan ido suavizándose. Además, ha puesto en valor el hecho de que las reservas de gas estén al 90%, puesto que al final del invierno deberían situarse aún por encima del 50%, dando más facilidades a los gobiernos para prepararse para el año que viene y evitando que surjan "riesgos" a finales de este ejercicio.

La velocidad a la que se ejecuten los fondos NGEU no es la clave

Otra de las claves a nivel macroeconómico estará en ver lo que ocurre con confianza de las empresas y los consumidores, que empieza a recuperarse desde mínimos históricos. La firma prevé que la inversión pública vaya fortaleciéndose a medida que se ejecuten los fondos Next Generation. En relación a esto, el propio Mrsnik ha restado importancia a los eventuales retrasos a la hora de implementarlos. "Lo que importa es la calidad de este gasto y no la rapidez con la que se ejecuten", ha zanjado. En la firma no sorprende que ese ritmo sea más lento en países como España o Italia, teniendo en cuenta que su capacidad de absorción de los fondos estructurales ya las sitúa a la cola en Europa.

Pese a que la elevada inflación ha contribuido a las arcas públicas con un incremento de la recaudación (en España los ingresos tributarios han marcado un récord hasta noviembre en los 239.789 millones de euros, según las últimas cifras de ejecución presupuestaria), el proceso de consolidación de las cuentas públicas será difícil, sobre todo si el frenazo de la economía es mayor de lo previsto. En la firma prevén que el déficit cierre en el 4% este año (muy en línea con la previsión del Gobierno), si bien todo dependerá del ciclo electoral, que podría generar más gasto. La deuda se colocaría en el entorno del 116,6% del PIB. Desde la firma consideran, además, que el Ejecutivo ha fiado más la consolidación de las cuentas públicas al ciclo económico que a las reformas estructurales.

No habrá una subida importante de la morosidad en hipotecas

Otro elemento importante será cómo impacte en la banca el incremento de los tipos de interés que está por venir (en la firma sitúan la tasa de referencia en el 3% este año). Consideran que la banca está mucho más saneada que en anteriores crisis y que los hogares y empresas, en general, se encuentran en una posición financiera más holgada. Los primeros han elevado el ahorro a tasas históricas, tal y como han evidenciado recientemente las cifras publicadas por el Banco de España. 

"No vemos un alza importante de la morosidad en las hipotecas", ha asegurado Luigi Motti, analista de banca de la entidad, pese a que las cuotas se están viendo afectadas por el repunte del Euríbor, el principal indicador al que están referenciados la mayoría de los créditos a tipo variable en España. "La capacidad de los clientes de hacer frente al pago de las hipotecas se mantendrá", ha añadido, puesto que la mayoría de los créditos se han firmado en los últimos años a tipo fijo y no se esperan sorpresas negativas en lo que al paro se refiere.

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