Nueva York, 19 jul.- Wall Street abrió hoy en terreno negativo tras los máximos históricos alcanzados la víspera y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, descendía el 0,31 % arrastrado por el mal recibimiento que tuvieron los resultados de Microsoft y Google.
Ese índice, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas de EEUU, restaba a esta hora 48,61 puntos para colocarse en 15.499,93 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 perdía el 0,23 % (-3,88 puntos) hasta 1.685,49 unidades, y el índice compuesto del mercado Nasdaq el 0,81 % (-29,16 puntos) hasta 3.582,12.
Los operadores se decantaban por la recogida de beneficios un día después de que tanto el Dow Jones como el S&P 500 conquistasen nuevos máximos históricos impulsados por unos resultados mejores de lo previsto de la mano de United Health y Morgan Stanley.
Sin embargo hoy la temporada de resultados resultaba más amarga, puesto que tras el cierre del jueves Microsoft y Google decepcionaron ampliamente con sus cuentas, lo que arrastraba al sector tecnológico y a la bolsa en su conjunto.
Microsoft lideraba el lado negativo del Dow Jones con una caída del 8,68 % a pesar de haber anunciado que su beneficio neto alcanzó 4.965 millones de dólares en el trimestre de abril a junio, frente a la pérdida de 492 millones del mismo periodo del año anterior.
Google -que no pertenece a ese índice- caía por su parte un 3,43 % después de anunciar que obtuvo un beneficio neto de 3.228 millones de dólares entre abril y junio, un 15,9 % más que en el mismo trimestre del año anterior pero por debajo de las expectativas.
En el Dow Jones también destacaban las pérdidas de otras tecnológicas como HP (-3,38 %), Intel (-1,29 %) e IBM (-1,25 %).
En todo caso, las pérdidas de ese índice se veían moderadas sin embargo por la fuerte subida del 5,08 % que se apuntaba el conglomerado General Electric después anunciar que en la primera mitad del año obtuvo un beneficio neto de 6.660 millones de dólares, el 8 % más en términos interanuales.
En otro mercados, el crudo de Texas subía a 108,21 dólares el barril, el oro ascendía a 1.292,2 dólares la onza, el dólar perdía terreno frente al euro (que se cambiaba por 1,3124 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años retrocedía al 2,5 %.
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