Las 'lowcost', a la cabeza

Estas fueron las aerolíneas que más contaminaron en 2023 en todo el mundo

En un año en el que el aumento de la cuota de mercado que se corresponde con las operadoras aéreas de bajo coste, Ryanair ha quedado como la compañía que más contamina en el sector, tras emitir 15 toneladas de C02.

Aeropuerto Barajas
Estas fueron las aerolíneas que más contaminaron en 2023 en todo el mundo
Europa Press

La irlandesa Ryanair volvió ha colocarse por tercer año consecutivo como la aerolínea más contaminante del mundo el año pasado. En 2023, la operadora de vuelos 'lowcost' emitió un total de 15 toneladas de dióxido de carbono (CO2), según un estudio elaborado por Transport & Environment (T&E). Lufthansa y British Airways cerraron el año como la segunda y tercera aerolínea más contaminante, respectivamente, aunque ambas lograron mantener sus niveles de emisiones por debajo de los de antes de la pandemia.

Ryanair, por otra parte, registró el año pasado el nivel de emisiones más alto de su historia, con un total de toneladas que supera en un 23% las emisiones de 2019. El resto de las 'lowcost' europeas han tenido una tendencia similar, con Wizz Air aumentando en un 40% las toneladas de CO2 generadas en cuatro años.

Las 'lowcost' ganan cuota de mercado

Este incremento en las emisiones por parte de las compañías de vuelos de bajo coste se debe en parte a que este tipo de operadoras acaparan una cuota de mercado cada vez mayor. Mientras que en 2019 solo uno de cada cinco vuelos europeos era de Ryanair, Wizz Air o easyJet, en 2023 la proporción ha aumentado a uno de cada cuatro.

El director de Aviación de T&E, Jo Dardenne, señala que el modelo de negocio de bajo coste está "impulsando un crecimiento insostenible", un ritmo que la producción de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) no podrá seguir.

No obstante, a pesar de este crecimiento de las 'low cost', las compañías tradicionales y de terceros países son responsables del 42,2% de las emisiones porque vuelan a larga distancia. "Volar es demasiado barato", destaca Dardenne, que pide que se ponga fin a "esta absurda situación en la que un pasajero paga más por su café en el aeropuerto que algunas compañías por sus emisiones".

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