Amazon ha abandonado su proyecto de adquisición del fabricante del robot aspirador Roomba, la compañía iRobot, por valor de 1.400 millones de dólares tras chocar con los reguladores de la Unión Europea, que habían amenazado con bloquear la operación.
Las reacciones no se han hecho esperar. iRobot, que ha estado pasando apuros en los últimos tiempos, ha anunciado que su consejero delegado, Colin Angle, ha dimitido mientras la empresa se embarca en un plan de reestructuración que supondrá la reducción de unos 350 puestos de trabajo, el 31% de la plantilla. Las acciones del fabricante de aspiradoras cayeron un 19% en Nueva York, hasta 13,80 dólares, su nivel más bajo desde 2009. Las acciones de Amazon apenas variaron a 159,40 dólares.
La decisión es una señal de la intensa presión a la que se enfrenta Amazon para demostrar que sus acciones no perjudican a la competencia a medida que crece su influencia en el comercio minorista, la computación en nube y el entretenimiento. Los reguladores antimonopolio de ambos lados del Atlántico han querido asegurarse de que las mayores empresas tecnológicas de EEUU no se apoderen de nuevas empresas innovadoras antes de que tengan la oportunidad de convertirse en formidables competidores por sí mismas.
Amazon se reunió la semana pasada con altos cargos antimonopolio de la Comisión Federal de Comercio -FTC, por sus siglas en inglés-, que informaron a la empresa de que recomendaban una demanda por el acuerdo, según fuentes de Bloomberg. Ejecutivos y abogados del gigante tecnológico tenían previsto reunirse con los tres comisarios de la FTC esta semana para dar un impulso final a la adquisición, aseguraban esas mismas fuentes a la agencia financiera.
La presión de la UE
En noviembre pasado, la Comisión Europea dijo que creía que el acuerdo tenía el potencial de restringir la competencia en el mercado de las aspiradoras robots. La tienda online de Amazon vende aspiradoras robots de otras marcas y a los reguladores del Viejo Continente les preocupaba que Amazon pudiera reducir la visibilidad de los electrodomésticos rivales.
Amazon ya había comprado sin problema otras compañías relacionadas con el hogar, como la empresa de cámaras y timbres Blink en 2017, o la empresa de seguridad para el hogar Ring en 2018.
No es la primera vez que el bloque comunitario europeo impide la fusión de dos grandes compañías, por ejemplo a finales del año pasado Adobe abandonó su acuerdo por 20.000 millones de dólares para comprar Figma ante la presión de los reguladores del Reino Unido y la UE.
